lunes, agosto 25, 2025
spot_img
spot_img

Editoriales

¿Cómo ayudar a los niños con altas capacidades en regreso a clases?

Durante años, hemos idealizado a los niños con altas capacidades intelectuales, como los superdotados, los pequeños genios, los prodigios del conocimiento que tienen habilidades fuera de lo común.

Y en efecto, ellos muestran un rendimiento muy por encima del promedio: su facilidad para aprender, su pensamiento abstracto, su creatividad y una insaciable curiosidad los distingue desde temprana edad.

Sin embargo, hay otra cara en la moneda que nos reta a todos, desde los padres, centros educativos y la sociedad en general: 

  • Suelen ser hipersensibles
  • Tienden a ser personas muy intensas

Ante tales aspecto se desprende el gran reto de saberlos guiar para potenciar su don sin reprimir; sino proveyéndoles de las herramientas necesarias para sacarle el mayor de los provechos, en la actualidad y en el mañana.

Una publicación reciente de la MIU University de Miami estima que entre el 3% y el 5% de la población escolar presenta altas capacidades. La detección temprana es clave, ya que permite brindar una experiencia educativa enriquecedora que les permita desplegar todo su potencial sin sentirse aislados o incomprendidos.

Aconsejan actividades útiles en el aula para potenciar la creatividad son: inventar finales alternativos para cuentos, crear nuevas historias con personajes conocidos, desarrollar hipótesis fantásticas y construir relatos en torno a ellas, o incluso trabajar con estímulos sensoriales como olores, imágenes y sabores para enriquecer su pensamiento abstracto.

Su grandeza tiene desafíos

Infografía
En ambientes escolares convencionales, sus características no siempre son bien recibidas. (FREEPIK)

Según la definición más tradicional, se considera que un niño tiene altas capacidades cuando su cociente intelectual (CI) es igual o superior a 130. Esta cifra ha servido históricamente como el único criterio de medición, pero la realidad es mucho más compleja.

“No se trata solo de lo que pueden resolver en una prueba. Hay niños con un mundo interno muy rico, emocionalmente intensos, sensibles, con dificultades para encajar en entornos que no están preparados para ellos”, explica la psicóloga clínica Cristy Paola Reyes Ozuna, especialista en psicopedagogía y educación inclusiva.

 En ambientes escolares convencionales, sus características no siempre son bien recibidas. A menudo, son catalogados como inquietos, distraídos o incluso arrogantes, cuando en realidad lo que necesitan es comprensión y un entorno adaptado a sus necesidades específicas.

“Es fundamental comprender que las altas capacidades también forman parte de las necesidades específicas de apoyo educativo”, señala Reyes Ozuna. “Aunque solemos pensar que estos niños no necesitan ayuda por su alto rendimiento intelectual, muchas veces requieren acompañamiento en su desarrollo emocional y social”.

El entorno educativo tiene un rol determinante. Un centro escolar sensible a esta realidad puede ofrecer espacios donde el estudiante con altas capacidades no solo se desarrolle, sino que también encuentre apoyo en sus debilidades.

Colocarlos como monitores o líderes en proyectos, fomentar trabajos en profundidad o adaptar el currículo a su ritmo de aprendizaje son estrategias valiosas que, lejos de ser privilegios, responden a una necesidad concreta.

Identificar estas capacidades no depende solo del rendimiento académico. Además de las pruebas psicométricas estandarizadas, se debe observar al niño en aspectos como la creatividad, la capacidad para resolver problemas complejos y el nivel de información que puede manejar a partir de su curiosidad natural.

Por eso, fomentar un entorno recreativo y estimulante desde edades tempranas también ayuda a visibilizar estas habilidades.

En este camino, la colaboración entre familia y escuela es fundamental. “El acompañamiento emocional es tan importante como el desarrollo cognitivo. Solo así podemos ayudar a estos niños a crecer de forma integral, sin forzarlos a encajar en moldes que no fueron diseñados para ellos”, concluye la especialista.

Detectar, comprender y acompañar a un niño con altas capacidades no es simplemente una cuestión académica. Es una oportunidad para respetar y nutrir una mente que piensa diferente, que siente diferente, y que, con el apoyo adecuado, puede contribuir al mundo de maneras que aún no imaginamos.

Fuente: Diario Libre

Website |  + posts

Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.

Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.

RELACIONADAS