La carta de despedida del arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria Acosta, reveló que el Vaticano lo despojó de sus responsabilidades por "mala administración", un hecho sin precedentes en el catolicismo dominicano reciente. Ozoria mencionó cuestionamientos sobre su liderazgo y acusaciones que llegaron al Vaticano, incluyendo señalamientos sobre su entorno familiar.
En 2021, el obispo Víctor Masalles criticó la falta de liderazgo en la Iglesia dominicana, y en 2022, Ozoria defendió a su fallecido hermano de acusaciones de enriquecimiento indebido, las cuales también llegaron a Roma.
En 2024, el obispo auxiliar Ramón Benito Ángeles fue investigado por una denuncia de agresión sexual de 1994, lo que afectó la percepción pública de la administración de Ozoria. Aunque no se le implicó directamente, el escándalo se asoció a su gestión. En 2025, la creación de la diócesis Stella Maris y el nombramiento de Manuel Antonio Ruiz de la Rosa como su obispo supusieron un cambio en la estructura eclesial dominicana.
Ozoria relató una reunión con el cardenal Marc Ouellet, donde se le mencionaron acusaciones en su contra y se le advirtió sobre sus enemigos. En octubre, el papa León XIV nombró a Carlos Tomás Morel Diplán como arzobispo coadjutor, con facultades especiales en administración y gestión, lo que dejó a Ozoria solo con el título de arzobispo metropolitano. Ozoria aceptó la decisión del Vaticano en obediencia, recordando sus 47 años de ministerio y citando a su mentor sobre la vocación de mártir del obispo.
Fuente: El Testigo
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