En los últimos 50 años, ningún país de América Latina ha experimentado un mayor crecimiento que República Dominicana. Gracias a importantes reformas estructurales y a la estabilidad política y macroeconómica, la nación ha logrado un crecimiento del 4.9 % en ese período. Si esta tendencia continúa, República Dominicana podría convertirse en una economía avanzada en tan solo 40 años.
Para alcanzar su pleno potencial, el país debe abordar tres aspectos clave: resolver el déficit en el sector eléctrico, mejorar la calidad de la educación y reducir la creciente desigualdad. De no hacerlo, estos desafíos podrían limitar el crecimiento a largo plazo y obstaculizar la promesa de una prosperidad inclusiva para todos.
El desafío del sector eléctrico
El sector eléctrico fallido representa uno de los principales obstáculos que enfrenta la economía dominicana en el corto plazo. El gobierno se ve obligado a cubrir constantemente las pérdidas financieras de las empresas estatales de distribución de electricidad.
En los últimos 18 años, el gobierno ha destinado 16,700 millones de dólares para cubrir estas pérdidas, lo que representa un promedio anual del 1.3 % del PIB. Estas transferencias del sector eléctrico representan el 32 % de toda la deuda pública acumulada desde 2006, y las pérdidas financieras se han duplicado en los últimos tres años.
Para abordar esta situación, es necesario que las empresas realicen inversiones en infraestructura, revisen sus prácticas de gestión y eliminen los enormes subsidios a la distribución de electricidad.
Además, es fundamental que el gobierno elimine el subsidio a la electricidad, lo que reduciría la necesidad de financiación externa y permitiría dirigir recursos hacia otras necesidades urgentes como la salud y la infraestructura.
Educación: un desafío crucial
A pesar de haber aumentado el acceso a la educación en la última década, República Dominicana sigue rezagada en los resultados escolares a nivel internacional. Es fundamental que el gobierno mejore la calidad de la educación para impulsar el crecimiento y la productividad a largo plazo.
Para lograrlo, se deben realizar inversiones en la formación docente, reinstaurar programas de alta calidad y adoptar estrategias educativas innovadoras.
Desigualdad: un obstáculo silencioso
La desigualdad en República Dominicana se refleja en la distribución desigual de los ingresos y en la falta de igualdad de oportunidades. Es necesario abordar la desigualdad de género, mejorar la movilidad social y garantizar que todos tengan acceso a oportunidades equitativas.
El gobierno debe comprometerse a empoderar a las mujeres y garantizar sus derechos, así como implementar medidas para reducir las disparidades salariales y mejorar la movilidad social.
Avanzando hacia un futuro próspero
Si bien los desafíos son significativos, República Dominicana tiene la oportunidad de desbloquear todo su potencial mediante reformas audaces y estratégicas. Es crucial que el gobierno actúe con determinación para garantizar un futuro de prosperidad inclusiva y desarrollo sostenible para todos los dominicanos.
Este artículo fue publicado inicialmente en el Journal of Public & International Affairs de la Universidad de Princeton.
(FUENTE EXTERNA)
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