Un partido político está llevando a cabo conferencias de prensa urgentes y audiencias en el Congreso sobre el tema. El otro sostiene que es una distracción peligrosa dirigida a sembrar dudas antes de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos este año.
En los últimos meses, la preocupación de que inmigrantes voten ilegalmente ha pasado a ser uno de los temas principales de los republicanos durante este año electoral. Argumentan que es necesario implementar un proyecto de ley para proteger la integridad del voto, dado el aumento sin precedentes de la inmigración irregular en la frontera con México.
El voto de personas que no son ciudadanos estadounidenses ya es ilegal en las elecciones federales y no hay evidencia de que esté ocurriendo en grandes cantidades en ningún lugar. Sin embargo, legisladores republicanos a nivel federal y estatal han puesto su atención en este tema, presentando propuestas legislativas y medidas electorales para los meses venideros, lo que asegura que el asunto seguirá siendo relevante para los votantes.
Los republicanos del Congreso están promoviendo un proyecto de ley llamado SAVE (Safeguard American Voter Eligibility – Proteger el Derecho de los Votantes Estadounidenses) que requeriría una prueba de ciudadanía para registrarse para votar. Al mismo tiempo, las asambleas legislativas republicanas de al menos seis estados han introducido medidas para prevenir el voto de no ciudadanos en las elecciones del 5 de noviembre, y al menos otros dos están debatiendo si tomar medidas al respecto.
“Las elecciones estadounidenses son para los ciudadanos estadounidenses, y pretendemos que siga siendo así”, declaró el presidente de la Comisión de Administración de la Cámara Baja, el representante Bryan Steil, durante una audiencia realizada la semana pasada sobre el tema.
Los demócratas de la comisión criticaron a sus colegas republicanos por enfocarse en algo que consideran “irrelevante”, argumentando que es parte de una estrategia coordinada con el expresidente Donald Trump para establecer bases para los desafíos electorales de este otoño.
La preocupación de que los inmigrantes no elegibles estén votando ilegalmente ha sido predominante en la derecha desde hace años. Sin embargo, este año volvió a ser relevante cuando Trump insinuó, sin presentar pruebas, que los demócratas estaban fomentando la inmigración irregular a Estados Unidos para registrar a los recién llegados.
Los republicanos que han opinado sobre el voto de no ciudadanos han expresado reservas cuando se les ha pedido evidencia de que sea un problema. La semana pasada, durante una conferencia de prensa sobre su propuesta de ley federal para exigir una prueba de ciudadanía al registrarse para votar, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, no pudo citar ejemplos de tal delito.
“La respuesta es que es imposible responder”, mencionó el republicano ante una pregunta sobre si este tipo de personas estaban votando ilegalmente. “Todos sabemos, de manera intuitiva, que muchos inmigrantes ilegales están votando en las elecciones federales, pero no ha sido algo fácil de probar”.
Expertos en administración electoral indican que no solo es comprobable, sino que se ha demostrado que el número de personas sin ciudadanía que votan en elecciones federales es extremadamente bajo.
A lo largo de los años ha habido casos de personas sin ciudadanía que se han registrado y votado ilegalmente. Sin embargo, los estados tienen mecanismos para detectarlo. Recientemente, el Secretario de Estado de Ohio, Frank LaRose, identificó 137 sospechosos de no ser ciudadanos entre aproximadamente 8 millones de votantes, y está tomando medidas para confirmar su estatus y removerlos de las listas electorales.
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