Un grupo numeroso de personas voluntarias se presentaron el día de hoy para ayudar en la limpieza de escombros y ladrillos causados por un ataque devastador perpetrado por bombarderos rusos contra un hospital infantil en la capital de Ucrania. Más de 30 personas perdieron la vida en una serie de ataques en varias ciudades.
Tras la salida de los sobrevivientes del bombardeo del búnker subterráneo del Hospital infantil de Okhmatdyt en Kiev, una multitud se unió para retirar cuidadosamente los escombros pieza por pieza. Vecinos, rescatistas, personal militar y médicos asistieron rápidamente al lugar al enterarse de que podría haber personas atrapadas bajo los escombros.
Este bombardeo, según las autoridades ucranianas, fue provocado por un misil de crucero ruso, causando daños severos en diversas partes del hospital. Pavlo Holoviy, cuyo hijo estaba en recuperación en el hospital, acudió rápidamente al lugar al escuchar los misiles caer en Kiev. Afortunadamente, encontró sanos y salvos a su esposa y su hijo entre los escombros aún humeantes.
Los pacientes, el personal y los familiares se refugiaron en un sótano subterráneo en cuanto sonaron las alarmas temprano esa mañana. Según relatos, luego de una explosión en el techo del sótano, todos entraron en pánico y comenzaron a correr en busca de resguardo.
Las instalaciones del hospital quedaron destrozadas, y a pesar de los esfuerzos de los rescatistas y voluntarios por buscar sobrevivientes, la destrucción era extensa. En los alrededores del hospital se podían observar charcos de sangre y cristales rotos, y algunos involucrados en las labores de rescate se vieron obligados a resguardarse nuevamente por temor a otra explosión en la capital.
Lamentablemente, otras áreas médicas en Kiev también fueron blanco de ataques rusos ese día, cobrando la vida de al menos cuatro personas y hiriendo a muchas más. Este ataque se suma a una serie de bombardeos que han causado más de 30 muertes en Ucrania, según informes oficiales locales.
Fuente: Diario Libre
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