Las “palabras de galleros” que clubes de las Grandes Ligas dieron hace hasta cuatro años para el próximo 15 de enero firmar a promesas latinas, mayoría dominicanas, hasta por US$5 millones, peligran que se cumplan.
La decisión del derecho japonés Roki Sasaki de declararse disponible para marcharse a la MLB en 2025 provocaría que el equipo que gane la subasta tenga que utilizar en su fichaje gran parte del dinero que había comprometido en prospectos “internacionales”.
Esos “apalabreos” quedarían en suspensos, puesto que el nipón se ha convertido en la prioridad, una que puede responder desde la próxima campaña al llegar con un currículo de cuatro campañas de 414 entradas con 524 ponches y efectividad de 2.02.
El equipo que lo firme quedará con las manos atadas para cumplir con sus compromisos en América Latina (donde se ejecuta sobre el 90 % de la inversión anual) y ese talento ya comprometido tendrá que firmar por menos dinero.
El temor que hay entre entrenadores consultados por DL es el de una reacción en cadena, que afecte desde jugadores hasta inversionistas que compraron porcentajes, incluyendo prestamistas que cedieron dinero condicionado a cobrarlos con esas firmas “seguras”.
Clubes que tratarán de atar a los jugadores “amarrados” con el equipo que firme a Sasaki plantearían rebajas “sustanciales” con peloteros que incluso ya se entrenan en sus facilidades en el país y solo esperan la primavera para completar esas transacciones.
El tranque
Dado que Sasaki no supera los 25 años de edad (tiene 23), su fichaje corresponde al presupuesto cerrados que se autoriza a los equipos para las firmas fuera del sorteo aficionado de Regla 4, que cubre a los jugadores de Puerto Rico, Canadá y los Estados Unidos.
Una vez el conjunto de la Gran Carpa gane la subasta, el dinero irá al club del jugador en Japón, el Chiba Lotte Marines. Luego toca negociar con el pitcher.
No se espera que el fichaje llegue este año, lo que demoraría las tomas de decisión en América Latina y el Caribe.
En una forma de la MLB procurar el equilibrio entre equipos de mercados grandes y pequeños, desde 2012 la liga autoriza umbrales de gastos en reclutamiento.
Si un club lo excede debe pagar hasta el doble de cada dólar en impuesto y puede quedar vetado de firmas mayores a los US$300 mil por más de dos años, una penalidad a la que los equipos huyen.
La disponibilidad máxima que habrá en 2025 llega a US$7,555,500 para ocho equipos. Otro grupo de seis tendrá US$6,908,600, hay 12 que contarán con US$6,261,600, dos con US$5,646,200 y dos con US$5,146,200. Son cifras que se pueden elevar al intercambiar porciones.
El caso Ohtani
En diciembre de 2017, cuando los Angelinos ganaron la subasta por Shohei Ohtani tras pagar US$20 millones a los Hokkaido Nippon-Ham Fighters, ya habían agotado el presupuesto internacional. Se requirió hacer una reingeniería financiera para disponer del bono de US$2,3 millones que entregaron al fenómeno.
Ese año, la MLB autorizó al conjunto californiano utilizar US$4,7 MM para el tramo entre el dos de julio de 2017 y el 15 de junio de 2018, pero a diciembre ya había gastado US$4,9 MM.
Durante el verano, el equipo firmó por US$1,2 MM a Trent Deveaux y por US$850,000 a D’Shawn Knowles, de Bahamas. También a los dominicanos Raider Uceta (US$500,000), José Reyes (US$425,000) y José Rodríguez (US$350,000).
Tocó hacer movimientos de jugadores para conseguir espacio extra y evitar penalidad y uno de los sacrificados fue Jacob Pearson, que había sido su primera selección del sorteo de ese año y prometía una gran carrera.
Fuente: Diario Libre
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