viernes, abril 25, 2025
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Editoriales

Cultiva la espiritualidad en Semana Santa

La paz es invaluable. Sin embargo, no es secreto que la velocidad de nuestras vidas demanda que atendamos a lo urgente primero. Lamentablemente, el último “urgente” diario suele terminar cuando es hora de cerrar el día y prepararnos para el siguiente. 

Por ende, los elementos importantes, pero no “urgentes”, son los que más sufren. Y así pasan los días, meses y años, hasta que pasan las décadas y nos damos cuenta de que dejamos lo vital en la parte de atrás de una gaveta. 

Más allá de los distintos matices que toma la religión, la espiritualidad tiene un rol fundamental en nuestro bienestar.

A pesar de que debe ser todo menos egoísta, no es secreto de que quien primero se beneficia es quien la practica. La conexión espiritual no es meramente un rito a una deidad, sino un intercambio que nos desconecta de lo finito y lo incansable.  

La espiritualidad no se construye–ni se destruye–en 24 horas, por lo que tampoco debe reducirse a una semana del año. Sin embargo, la ciclicidad de nuestros calendarios nos beneficia: estas fechas nos sirven de recordatorio. 

De manera más práctica, los días libres nos dan la oportunidad de actuar en pos de estas prácticas tan frecuentemente desplazadas. Por ende, la Semana Santa es la ocasión perfecta para desacelerar y retornar a lo esencial. 

1. La naturaleza

Para muchos, la puerta hacia Narnia se encuentra en un lugar pero accesible para muchos: la naturaleza. Más allá de los beneficios físicos, las caminatas tienen múltiples beneficios mentales.

Es una experiencia estimulante y calmante al mismo tiempo que nos conecta a lo trascendente de manera tangible. Nos recuerda que somos parte de un ciclo en el que nuestras preocupaciones pasan a un segundo plano.

Infografía
Más allá de los beneficios físicos, las caminatas tienen múltiples beneficios mentales. (FUENTE EXTERNA)

2. El mindfulness

El mindfulness no es más que conciencia y atención plena. Esta práctica invita a habitar en el presente, el aquí y ahora, sin los extras que agregan nuestras mentes, es decir, sin juicio, simplemente como observadores de nuestros sentimientos y pensamientos; es el acompañante perfecto a la meditación. 

Vivimos en un tiempo tan acelerado y saturado de información, que estar presentes se ha vuelto, simultáneamente, un arte y una lucha contra todo lo que batalla por nuestra atención

Toma mucha fuerza de voluntad apagar los distractores externos, sobre todo las pantallas, los pings, los colores y la oportunidad que ofrecen de un scroll eterno, estimulante pero no satisfactorio. 

Como esta es una de tantas prácticas que es easier said than done, te compartimos algunas ideas de cómo cultivarla:

  • Ejercicios de respiración
  • Meditaciones guiadas (son una buena opción si estás cultivando el hábito y te distraes con facilidad)
  • Cultiva el silencio por unos minutos cada mañana. Solemos subestimar el impacto de lo pequeño: unos minutos tienen el potencial de impactar cómo irá el resto de tu día. 

3. La gratitud

La gratitud es una herramienta poderosa. Más allá del positivismo tóxico, nos muestra que solemos estar sesgados para priorizar lo negativo y anticiparnos a circunstancias que nos ocasionan preocupación y ansiedad. 

Practicar la gratitud–ya sea por escrito, en voz alta o, incluso, mentalmente–es una excelente forma de fomentar tu bienestar y la paz.

Infografía
Practicar la gratitud fomenta el bienestar y la paz. (FUENTE EXTERNA)

4. El perdón

Si leíste esa palabra e inmediatamente visualizaste a alguien, ya sabes qué hacer: una llamada, un mensaje o un encuentro pueden ser el puente para cultivar el perdón. Si no es posible, escribe una carta: sacar los sentimientos tiene un efecto en nosotros, aun sea en papel y sin destinatario

5. La esencia

Retorna a la raíz de estas fechas y conecta con tus creencias por medio de la oración y la lectura de la Biblia. Si eres creyente, estas serán tus prácticas por excelencia. 

En definitiva, lo sagrado puede encontrarse en nuestros espacios, a nuestro alcance. El cierre de la Semana Santa representa la oportunidad perfecta para pausar, reflexionar, reconectar y empezar de nuevo. Aprovechemos el simbolismo de estas fechas para recordar que la espiritualidad comienza en la primera casa: tu interior.

Fuente: Diario Libre

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