La reforma del Estado liderada por el presidente de Argentina, Javier Milei, fue aprobada con modificaciones durante una sesión maratónica que comenzó el miércoles por la mañana y se extendió hasta la madrugada del jueves en el Senado. Los disturbios frente al Congreso dejaron una veintena de heridos, detenidos y autos incendiados.
"Por aquellos argentinos que sufren y esperan, que no desean ver a sus hijos partir del país (…), mi voto es afirmativo", expresó la líder del Senado y vicepresidenta del país, Victoria Villarruel, quien desempató el voto "en general" del texto, que luego fue debatido título por título.
La Presidencia celebró la "histórica aprobación" de la llamada ley Bases de desregulación económica, que ahora retornará a la Cámara de Diputados para su aprobación final, convirtiéndose en la "reforma legislativa más ambiciosa de las últimas cuatro décadas".
Este respaldo del Congreso llega después de seis meses de gobierno de Milei, cuyo partido, La Libertad Avanza, es minoritario en ambas cámaras, con tan solo siete de las 72 bancas en el Senado.
El proyecto enfrentó obstáculos en su camino legislativo, naufragando en su primer intento en la Cámara de Diputados. Para rescatarlo, el gobierno tuvo que realizar múltiples concesiones, reduciendo su contenido original de 600 artículos a un tercio.
En la discusión detallada de los diez títulos, los senadores aprobaron la disputada delegación de facultades legislativas al presidente ultraliberal.
Además, se aprobó una reforma fiscal paralela que reintroduce un impuesto a las ganancias para grabar salarios y jubilaciones, junto con un controvertido estímulo a grandes inversiones que ofrece beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios durante 30 años a inversiones extranjeras superiores a los 200 millones de dólares.
Otro aspecto aprobado es la posibilidad de privatizar algunas empresas, excluyendo a Aerolíneas Argentinas, así como una reforma laboral que amplía los períodos de prueba y flexibiliza las indemnizaciones por despido.
El magnate estadounidense Elon Musk, quien ha respaldado a Milei, alentó a los argentinos a apoyar al presidente para llevar a cabo este experimento económico, citando que las políticas anteriores no habían funcionado.
El debate se llevó a cabo en un contexto de recesión, con una caída en la actividad industrial y el consumo, altos índices de pobreza y desempleo, inflación elevada y pérdida de poder adquisitivo en salarios y jubilaciones.
Las protestas continuaron en Buenos Aires tras la aprobación de las reformas, reflejando el descontento de algunos sectores de la población. La controvertida reforma entra ahora en una nueva fase de implementación y repercusión en la sociedad argentina.
Fuente: Diario Libre
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