miércoles, marzo 12, 2025
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Reportajes

Albert Pujols pide elevar su alto listón y acepta el reto del Clásico

El viernes, mientras Armand Duplantis, el prodigio suecoestadounidense del salto con garrocha bicampeón Olímpico y Mundial, rompía en Francia el récord del mundo por decimoprimera vez el último lustro, desde Florida, el programa Grande en los Deportes filtraba que Albert Pujols había mandado a subir su muy alta barra al aceptar dirigir al equipo dominicano en el Clásico Mundial de Béisbol de 2026.

La noticia dio la vuelta al mundo y la Federación Dominicana de Béisbol (Fedobe), acostumbrada a no soltar prendas de boca de su presidente Juan Núñez, no tuvo de otra que confirmarla, el domingo, en palabras de Nelson Cruz, el gerente general del equipo.

Si bien el rumor comenzó a correr desde noviembre cuando Pujols tenía al Escogido en la cima mirando al resto con binoculares, la Fedobe no quiso apresurarse y administrar la noticia como suero y el tropezón de los escarlatas en la segunda fase de la serie regular le dio la razón. La remontada épica escarlata despejó cualquier duda, si fue que la hubo.

Un Pujols que en sus primeros 10 años en las Grandes Ligas trituró marcas como nadie en una década, donde ganó todo lo importante en lo individual y colectivo como para completar un currículo de inmortal. Fue tan grueso que le permitió amortiguar un desplome mayúsculo en sus porcentajes en los siguientes 12 cursos, donde su OPS pasó de 1.037 a .767 y su WAR de 88.6 a 14.8.

Pero Pujols no se cansa de demostrar que no le teme al vértigo, que es insaciable a los buenos resultados, que pasa la página tan rápido como como Duplantis, quien dice no ponerse límites y apunta reducir esas tres pulgadas para alcanzar los 6,30 metros.

El primer paso

Que un exjugador con una hoja de vida que puede llevarlo a Cooperstown con una votación unánime y una fortuna de nueve dígitos en dólares se inclinara por hacer la estresante carrera dirigencial ya llamaba la atención. 

Y que la aventura arrancara en la Lidom era como para apostar a que esa curiosidad o capricho no entusiasmara; un circuito hostil para los estrategas, con escaso tiempo de preparación, sin control sobre los jugadores, tomando carreteras a oscuras casi a diario hasta la madrugada y con una afición sin paciencia, ni para figuras de su estatura.

Sin embargo, Pujols entendió la ecuación con la velocidad y la disciplina de ese estudiante asiático que arrasa en las pruebas PISA, encontró en el Escogido una gerencia que le suministró las municiones necesarias, ganó un campeonato local tan vibrante como para competir con los mejores en siete décadas de la liga y completó la campaña perfecta con la Serie del Caribe en México, derrotando en la final al anfitrión. 

El siguiente reto

La tarea que se le asigna ahora no es menos compleja, pero Pujols insiste en que quiere dirigir en las Grandes Ligas y tiene en el Clásico otra oportunidad de agregar argumentos en su perfil de LinkedIn.

En un escenario ideal,  Dominicana tiene el talento para colocar al menos dos equipos con opción de ganar el torneo. Y para ello es necesario una figura de peso, de alcurnia, que su llamada por móvil para obtener permiso obligue al gerente que la reciba al menos tomarla y dar una explicación justificada para negar la solicitud.

También ayuda de alguien que su página en Baseball-Reference certifica su autoridad cuando hable a un plantel repleto de estrellas. 

El posible plantel del Clásico

Solo en su rotación, Pujols pudiera colocar a Framber Valdez, Luis Castillo, Freddy Peralta y Cristopher Sánchez con Emmanuel Clase de cerrador. Una alineación puede estar integrada por Julio Rodríguez (CF), Willy Adames (SS), Juan Soto (RF), Vladimir Guerrero Jr., (1B), Rafael Devers (BD), José Ramírez (3B), Fernando Tatis III (LF), Ketel Marte (2B) y Yanier Díaz (C).

Nombres como Manny Machado, Elly de la Cruz, Teoscar Hernández, Marcell Ozuna y Oneil Cruz igual pueden ser titulares. Pero la historia demuestra que ganar el Clásico no es jugar al Fantasy y queda un año para demostrarlo.

Fuente: Diario Libre

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