En la provincia afgana de Baglán, más de 300 personas fallecieron a causa de inundaciones repentinas, según informó una agencia de la ONU el sábado. Las autoridades han decretado el estado de emergencia en el noreste del país.
Rena Deraz, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU, confirmó que "311 personas perdieron la vida en Baglán". Además, se reportó la destrucción de al menos "2,011 viviendas y daños en otras 2,800″.
Los servicios de emergencia ya están operando en Baglán, donde la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) había indicado anteriormente un balance provisional de 200 muertos.
Distintas cifras contradictorias han circulado desde el viernes, cuando intensas lluvias desencadenaron flujos de lodo que arrasaron numerosas viviendas y tierras de cultivo en Afganistán.
Las inundaciones, causadas por una temporada de primavera especialmente lluviosa, han afectado a varias provincias del país. Afganistán es uno de los países más vulnerables al cambio climático y, según los científicos, uno de los menos preparados para enfrentar sus consecuencias.
– "Inimaginable" –
El gobierno reportó víctimas y daños por inundaciones en otras regiones además de Baglán, como Badajshán, Ghor y Herat.
Además de las pérdidas humanas, las inundaciones han provocado considerables daños financieros en Afganistán. El Ministerio de Defensa ha iniciado operaciones de ayuda, distribuyendo comida, medicamentos y kits de primeros auxilios a las víctimas.
Supervivientes han sido evacuados y trasladados a hospitales, mientras que algunos residentes tratan de recuperarse limpiando escombros y lodo de sus hogares destruidos.
El alto número de víctimas se debe en parte a la proximidad de las viviendas a los ríos, según explicó un funcionario de la OCHA, la oficina humanitaria de la ONU.
Testimonios de afectados reflejan la devastación causada por las inundaciones, con relatos de pérdidas familiares y materiales que resultan "inimaginables".
– "Cambio climático" –
Richard Bennet, relator especial de la ONU para los derechos humanos en Afganistán, considera que estas tragedias son evidencia de la vulnerabilidad del país frente al cambio climático. La Unión Europea también expresó su consternación por las pérdidas de vidas humanas.
Desde mediados de abril, las inundaciones repentinas han causado estragos en varias provincias de Afganistán, impactando tanto a la población como a las tierras de cultivo, esenciales para la supervivencia de millones de habitantes.
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