A menudo, Brigitte Macron es reconocida por su elegante presencia en la escena política internacional como primera dama de Francia, pero detrás de su figura pública hay una historia de legado familiar, cultura, educación… y una considerable fortuna.
Un apellido con sabor a tradición
Nacida el 13 de abril de 1953 en Amiens, Francia, Brigitte Marie-Claude Trogneux proviene de una de las familias más respetadas de la burguesía local. El apellido Trogneux es bien conocido en todo el país gracias a la prestigiosa Chocolaterie Trogneux, fundada en 1872, y célebre por sus emblemáticos macarons de Amiens.
Actualmente, el negocio sigue en manos de la familia: su sobrino Jean-Alexandre Trogneux produce alrededor de dos millones de macarons al año, repartidos entre varias ciudades francesas. Aunque Brigitte no está directamente involucrada en el negocio, forma parte de este legado histórico, que sin duda ha influido en su patrimonio.
De profesora a primera dama
Antes de convertirse en una figura pública global, Brigitte Macron desarrolló una distinguida carrera como profesora de literatura y teatro. Durante las décadas de 1980 y 1990, enseñó en Estrasburgo y en el Lycée la Providence de Amiens, donde conoció a Emmanuel Macron, su futuro esposo.
Su relación, marcada por una diferencia de edad de 25 años, ha sido ampliamente comentada, pero se ha mantenido sólida frente a las críticas.
Ya en París, Brigitte enseñó en el prestigioso Lycée Saint-Louis de Gonzague hasta 2015, cuando dejó la docencia para acompañar de lleno la carrera política de su marido.
La Villa Monéjan: el corazón de su patrimonio
Una parte importante del patrimonio de Brigitte Macron se centra en bienes inmuebles heredados de su familia. La joya de la corona es la Villa Monéjan, una majestuosa residencia de cuatro plantas ubicada en Le Touquet, en la costa norte de Francia.
Esta villa familiar fue renovada con una inversión importante —incluido un préstamo de 350,000 euros— y hoy está valorada en entre 2.7 y 2.8 millones de euros, según Le Figaro Immobilier.
Pero no es su único activo. Brigitte también posee dos locales comerciales y una boutique de moda, arrendados a una agencia inmobiliaria, que le generaron ingresos por alquiler de casi 28,000 euros en 2021, una cifra en aumento respecto a años anteriores.
Una fortuna estimada en 10 millones de dólares
A pesar de que Emmanuel Macron, como figura política, mantiene un patrimonio personal relativamente modesto, la situación de Brigitte es diferente. Diversos medios franceses estiman que su fortuna personal asciende a unos 10 millones de dólares en 2025, gracias a su herencia, inversiones y propiedades.
Lejos del brillo ostentoso, Brigitte Macron encarna una discreta pero sólida estabilidad financiera, forjada entre la tradición familiar, la inversión prudente y una vida pública cuidadosamente equilibrada.
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Fuente: Diario Libre
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