La República Popular China lanzó hoy un nuevo satélite para proporcionar servicios de comunicaciones entre la Tierra y la Luna, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
El lanzamiento del Queqiao-2, también conocido como Puente de urraca-2, es un paso clave para las futuras misiones de exploración lunar del país asiático, incluyendo la recolección de muestras de la cara oculta de la Luna.
La puesta en órbita se llevó a cabo desde el lugar de lanzamiento espacial de Wenchang, en la provincia de Hainan, utilizando un cohete Larga Marcha-8, a las 08:31 hora local.
Después de 24 minutos de vuelo, el satélite se separó del cohete y alcanzó la órbita de transferencia planificada, con una distancia mínima de 200 kilómetros y una máxima de 420,000 kilómetros.
Luego, se desplegaron los paneles solares y las antenas de comunicación del Queqiao-2.
Un gran satélite desactivado debería estrellarse contra la Tierra este miércoles
Esta misión continúa tras el anuncio de que dos satélites chinos de prueba no lograron entrar en su órbita designada debido a una anomalía en el cohete que los transportaba. Este proyecto, liderado por la Academia de Ciencias China, busca probar tecnologías clave de comunicación láser en el espacio profundo.
Los satélites DRO-A y DRO-B trabajarían con DRO-L para desarrollar técnicas de navegación láser entre la Tierra y la Luna.
