La Universidad de Columbia en Nueva York ha sido el centro de las protestas estudiantiles en contra de la guerra en Gaza. A pesar de las demandas de los activistas que ocupan su campus, la presidenta Minouche Shafik anunció que la universidad no retirará sus inversiones de Israel.
Tras cinco días de negociaciones con los activistas para desmantelar el campamento en el campus principal, no se ha llegado a un acuerdo. Los manifestantes pedían que la universidad dejara de invertir en empresas con intereses en Israel durante la guerra.
Ante la negativa de Columbia, se ha propuesto como alternativa invertir en los sectores de salud y educación en Gaza, incluyendo proyectos educativos para niños afectados por la guerra.
La presidenta Shafik aseguró que las protestas podrán continuar en el campus con notificación previa de dos días. Se destaca la importancia de la libre expresión y el derecho a la protesta pacífica, aunque también menciona que algunos estudiantes judíos han experimentado intolerancia en el campus.
En un último llamamiento, la rectora insta a los manifestantes a dispersarse voluntariamente, mientras la administración busca soluciones internas para resolver la crisis lo antes posible.
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