Madonna ofreció un espectáculo histórico en Río de Janeiro repasando su carrera de cuatro décadas ante 1,6 millones de personas en Copacabana, según los organizadores.
La diva estadounidense de 65 años cerró The Celebration Tour con un show lleno de energía, mezclando música, performance, cabaret y baile.
Comenzando con "Nothing Really Matters", un himno a la resiliencia, Madonna demostró su enérgica presencia en el escenario.
Con múltiples cambios de decorado y vestuario, las luces espectaculares y las pantallas gigantes a lo largo de la playa mostraron la innovación constante de Madonna a lo largo de su show.
La fiesta continuó con interpretaciones de "Holiday", recordando sus humildes comienzos en Nueva York, y "Like a Prayer", tema que le generó la excomunión de la Iglesia católica.
Además, en "Live To Tell", rindió homenaje a víctimas del sida e incluyó simulacros de actuaciones eróticas en el escenario.
El amor de Madonna por Brasil también se hizo evidente en el show, con colaboraciones especiales de artistas locales como Anitta y Pabllo Vittar.
El concierto épico culminó con un mix de "Billie Jean" de Michael Jackson y "Like a Virgin", dejando a la audiencia exultante tras casi dos horas y media de espectáculo.
Homenaje a Brasil
La reacción a este concierto histórico en la playa de Copacabana ha sido masiva, con helicópteros de policía y drones sobrevolando el área y una gran cantidad de fans llegando desde todas partes.
La producción del concierto fue una apuesta significativa para las autoridades de Río, que invirtieron 4 millones de dólares de los 12 millones de costo total para atraer turismo y beneficios económicos.
Este concierto, considerado como el mayor show de Madonna, será un evento inolvidable en la historia de la ciudad y un impulso para la economía local.
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