Danny Ocean, uno de los artistas latinos más influyentes de su generación, presenta su más reciente álbum, Babylon Club, una obra que emerge de la necesidad de reconectar con lo esencial y encontrar un refugio en la música, la amistad y la libertad.
Y en ella se une a Coca-Cola en una innovadora campaña, “Comparte una Coca-Cola”, que mezcla arte, branding y emoción.
Este proyecto, que fue grabado en República Dominicana, refleja una etapa distinta en su carrera: una búsqueda de felicidad, descanso y renovación lejos del ruido y la intensidad del pasado.
En esta conversación íntima con Diario Libre, Danny comparte con profundidad el proceso creativo detrás de Babylon Club, la importancia que tiene para él grabar en tierras dominicanas, y cómo la música ha sido siempre un canal para expresar emociones que van más allá de las palabras y los sonidos.
Para Danny, la música no es solo un arte ni una profesión, es un fenómeno casi místico. “La música es para el alma, tú no tienes control, solo eres un pescador que la atrapa cuando pasa”, explica con serenidad.
Esta imagen describe perfectamente su relación con la creación artística: un flujo que llega sin ser forzado, un acto de entrega que no se puede dirigir, solo acompañar.
“Es un canal. Tú no tienes control de la música, simplemente eres un pescador en el agua y de repente pasa por ti”, repite, como reafirmando que su arte nace de la inspiración genuina y la conexión profunda con su ser.
Este nuevo álbum no nace de la tristeza o el dolor, como en etapas anteriores, sino de un deseo sincero de desconexión y alegría. Danny recuerda cómo la idea surgió en un momento muy particular:
- “Estaba de gira por EE. UU. en pleno invierno, y lo único que pensaba era en Playa Ermitaño, en Terrenas. Ahí fue donde nació el concepto del disco”.
Esa imagen del mar, el calor, la libertad y la amistad se convirtió en la columna vertebral de Babylon Club, un proyecto que celebra lo simple y lo esencial.
“Quería algo distinto. No tanto desde el dolor, sino desde ese deseo de reconectar con los amigos, de escapar de la rutina. Todo parte de la playa”, explica.
La elección de República Dominicana no es casual ni meramente logística. Para Danny, el país caribeño es un lugar que vibra con una energía especial, casi mágica.
“Mi novia es dominicana, voy mucho a la capital, a Samaná… Desde que piso tierra dominicana siento una paz increíble. Y los dominicanos y los venezolanos somos muy parecidos, culturalmente hablando”, comenta con una sonrisa.
Esa conexión cultural, esa sensación de familiaridad, alimentó no solo la producción musical sino también la narrativa visual del álbum, que incluye un cortometraje con actores venezolanos, como María Gabriela de Faría y Christian McGaffney, para homenajear sus raíces.
Además, la colaboración con El Alfa en un tema de merengue añade otro sabor a este crisol caribeño que define Babylon Club.
A pesar de haberse mudado y de vivir entre distintos países, Danny mantiene un fuerte vínculo con Venezuela, su país natal, que considera el motor y el alma de su música.
“Mi país ha sido un motor muy grande para mi música. Me crié ahí. Venezuela está en mi ADN, en mi acento, en mis códigos”, dice con orgullo.
Sin embargo, también reconoce las dificultades que enfrenta la industria musical local: “No hay casas productoras, no hay inversión directa. Pero todos los que salimos seguimos empujando nuestra cultura. La migración ha ayudado a que se conozca más nuestra identidad afuera”.
Esta migración, aunque difícil, ha sido un canal para llevar la esencia venezolana más allá de sus fronteras.
Sencillo y familiar
En lo personal, Danny comparte que, detrás de la fama y los escenarios, su vida gira en torno a la sencillez y la conexión humana.
Tras cada concierto, cuando las luces se apagan y la adrenalina baja, busca refugio en su familia, su novia y su perrito. “Pasar tiempo con mi familia, con mi novia, con nuestro perrito. Ir a Dominicana. Estar con la gente que quiero. Eso me mantiene centrado”, relata.
Para él, estar presente emocionalmente es más importante que cualquier otro logro: “No tiene que haber música o risas. Solo estar ahí para el otro ya es suficiente. Lo demás es extra”.
La música también ha sido un refugio en los momentos difíciles, cuando la distancia y la nostalgia se hacen más presentes.
“Me duele tener a mis amigos regados por el mundo. Extraño esas reuniones simples. Y tengo años sin pasar una Navidad con mi familia directa. Pero igual soy muy afortunado. Y sigo adelante, abrazando a quienes están cerca”, confiesa con sinceridad.
Aunque ahora su agenda está llena de conciertos y proyectos en Centro y Sudamérica, Danny no olvida su conexión con República Dominicana.
“Estuvimos el año pasado en Isle of Light. Ahora tengo gira por Centro y Sudamérica, pero créeme, Dominicana está en mi mente todo el tiempo. El año que viene espero estar ahí, sin falta”, asegura con determinación.
Un ganar-ganar
Como ya hemos dicho, el artista pop lanzó este nuevo álbum a través de latas de la campaña “Comparte una Coca-Cola”, uniendo el valor de los nombres y el poder de la música para generar conexión. Una estrategia genial para combinar audiencias y visibilidad global.
¿Con quién compartirías una Coca-Cola?, le preguntamos, y no duda en responder: “Con mi mamá. De niño, ella siempre decía: ‘una pasta sin Coca-Cola no es una pasta’. Esa frase se quedó grabada. Coca-Cola me conecta con ella profundamente”.
Una anécdota que revela el lado humano y sencillo del artista, que valora las pequeñas tradiciones familiares.
En cuanto a qué canción pondría en una lata de Coca-Cola, su elección es clara: “‘Corazón’, responde sin titubear. ‘Es una canción hermosa. Ver una lata con esa palabra… es perfecto. Dice mucho sin decir tanto’”.
Para cerrar, Danny Ocean deja un mensaje profundo y alentador para quienes atraviesan momentos difíciles en la vida:
“Si te gusta algo, sumérgete. No tengas miedo de caer, pero siempre cae hacia adelante. Las respuestas no están afuera, están en ti. No importa de dónde vengas, eso no define a dónde vas. Cree en ti, trabaja en ti, y lo demás llegará como consecuencia”.
Fuente: Diario Libre
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