sábado, mayo 31, 2025
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Editoriales

El complejo encaje de la ley de béisbol

El proyecto de ley para regular la práctica de béisbol, que puede ser aprobado en la actual legislatura, recoge recomendaciones de agentes de la industria de desarrollo de prospectos con relación a la propuesta original, aunque no los deja del todo satisfechos.

La pieza está llena de buenas intenciones, de implementar orden que obligaría al Estado a regular un sector que supera los US$100 millones en inversión anual. Pero para afrontar problemas que afectan la salud del negocio y que generan hechos engorrosos hace falta más que legislación. Voluntad política.

Cuando el senador Santiago Zorrilla presentó la pieza en la Cámara Alta, en la primavera de 2021, el proyecto buscaba que el 50 % del bono de firma a los prospectos se invirtiera en un fideicomiso, que podría ser liquidado una vez el joven cumpliera la mayoría de edad. También que un jugador no se integrara en una academia hasta los 15 años de edad.

El proyecto actual bajó a un 30 % la inversión en el fideicomiso y a 13 años el mínimo para llegar a una concentración. Los entrenadores consultados por Diario Libre dicen que, si bien la idea es buena, los cambios en la última década en el sistema la hacen inviable.

Como los equipos de las Grandes Ligas buscan a los talentos cada vez más joven, los preacuerdos se cierran hasta con 11 años y no los 15-16. Eso no lo establecieron los entrenadores, tampoco la MLB, sino los equipos y funciona a la vista de todos.

Dado que los gastos de preparación se dispararon con el ingreso más temprano de los niños a las academias y los pagos a los familiares el porcentaje de la eventual firma puede superar hasta el 50 %. 

Los préstamos

Es común ver que ese niño que “amarró” por un bono de seis o siete dígitos sus familiares incurran en las tentadoras ofertas de préstamos con tasas tan altas como el nivel de riesgo que tiene el inversionista de recuperar el dinero.

Un padre que tomó 200 mil dólares en 2022 de un preacuerdo de 1.2 millones para 2024, después de los descuentos de preparación y el saldo del préstamo, el pelotero solo recibió 50 mil dólares cuando llegó el pago del equipo. El 4 %.

El temor entre entrenadores es que ese 30 % que se girará al fideicomiso, además de reducir al 30 % el pago líquido cuando se firme, se diluya en préstamos, tal como ha ocurrido con expeloteros que “empeñan” las lucrativas pensiones.

También, que mientras ellos comenzarían a trabajar con un niño de 13 años ya los clubes habrían comprometido parte de su presupuestos en talentos de Venezuela, Colombia y otros países donde no exista ese limitante.

Fuente: Diario Libre

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