El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha actualizado su pronóstico de crecimiento económico para Latinoamérica y el Caribe en 2024, elevándolo en una décima a un 2 %. Esta cifra representa una desaceleración de 0.3 puntos con respecto a 2023, principalmente debido a la situación en Argentina.
En cuanto a la República Dominicana, se espera que su economía crezca un 5.4 % en 2024, luego de proyectarse un 5.2 % en octubre de 2023. Para 2025, se reduce la estimación de crecimiento a un 5.0 %.
El informe de perspectivas económicas mundiales (WEO, en inglés) del FMI, actualizado en enero, apenas varía los datos presentados previamente. En comparación con las previsiones de octubre de 2023, se observa una disminución en la previsión de crecimiento para 2024, mientras que la proyección para 2025 mejora en una décima.
En 2023, la región de América Latina y el Caribe experimentó un crecimiento del 2.3 %, y las nuevas estimaciones para 2024 sugieren una ligera desaceleración económica antes de retomar impulso.
El FMI destaca que, a excepción de Argentina, no se espera que ningún país sudamericano experimente crecimiento negativo este año. Venezuela es el país con el mayor aumento proyectado, del 4 %, seguido por Paraguay, Uruguay, Perú, Chile, Bolivia, Colombia y Ecuador.
En Brasil se anticipa un crecimiento del PIB del 2.2 % este año y del 2.1 % en 2025, mientras que en México se espera un crecimiento del 2.4 % en 2024 y del 1.4 % en el próximo año, con revisiones a la baja en ambas estimaciones.
En Centroamérica, se prevé una desaceleración del crecimiento, pasando del 4.2 % en 2023 al 3.9 % y 3.8 % en 2024 y 2025. En el Caribe, se espera un crecimiento del 9.7 % en 2024 y una reducción al 6.9 % en 2025.
El economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, menciona que la persistente inflación puede ser un factor que modifique el panorama económico en la región. Se espera un crecimiento de los precios del 16.7 % en 2024 y una disminución al 7.7 % en 2025 en Latinoamérica y el Caribe.
En resumen, las estimaciones del FMI para 2024 y 2025 en Latinoamérica y el Caribe se sitúan por debajo de las proyecciones para mercados emergentes y economías en desarrollo, así como de la economía global.
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