En sus inicios en la industria de los centros de contacto, hace 12 años, Jesús buscaba un empleo que le permitiera fortalecer sus estudios en idiomas. Además, necesitaba un salario competitivo y que estuviera cerca de su residencia en el sector 30 de mayo.
Encontrar trabajo no fue difícil para Jesús, ya que muchas empresas de este tipo se han establecido en el polígono central del Distrito Nacional, aprovechando su condición de Zonas Francas de Servicios según la Ley 8-90.
Estas compañías ofrecen una variedad de servicios especializados que van desde la atención al cliente, la toma de órdenes o la resolución de conflictos, hasta servicios más avanzados como auditorías financieras, soporte de redes y plataformas, desarrollo de software y telemedicina.
Según la Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona), para finales de 2023 había 103 centros de contacto operativos a nivel nacional, concentrándose principalmente en el Distrito Nacional, Santiago y Santo Domingo.
Estos centros de contacto reúnen trabajadores cada vez más tecnificados, lo que ha llevado a que se instalen cerca del centro de las ciudades. El presidente de Adozona, Daniel Liranzo, destaca la evolución de estos centros, que ahora ofrecen servicios más avanzados que la simple atención telefónica.
En concreto, el trabajo de Jesús ha evolucionado de atender llamadas a ofrecer asistencia técnica en el diseño y manejo de páginas web para usuarios estadounidenses.
La tendencia actual es que los centros de contacto se concentran en zonas metropolitanas debido al crecimiento poblacional, las necesidades de los clientes y la cercanía para los colaboradores.
La inversión en este sector ha ido en aumento, llegando a los 433 millones de dólares para finales de 2023. Entre las ventajas que han atraído a los inversionistas se encuentran el nearshoring, la afinidad con la cultura americana, la población joven y educada, el acento neutral del idioma inglés, el costo competitivo y la capacidad para realizar trabajos simples y sofisticados.
Los salarios en los centros de contacto son valorados por los empleados, ya que ofrecen flexibilidad de horario, cambios de proyecto y pago por horas extras. En 2023, alrededor de 34,649 personas trabajaban en este sector, convirtiéndose en uno de los mayores generadores de empleo en la economía dominicana.
A pesar de los avances, el sector necesita más personal bilingüe para suplir la demanda. El Clúster de Contact Center y BPO identifica la necesidad de 9,750 empleados bilingües al año y sugiere invertir en programas de educación y capacitación en idiomas para satisfacer las necesidades de la industria.
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 hace 12 años, buscaba un trabajo para fortalecer sus estudios en idiomas, con un salario competitivo y que, además, quedara próximo a su residencia en el sector 30 de mayo.Para este joven, quien se reservó su apellido argumentando razones laborales, conseguirlo no fue un problema: decenas de estas empresas se han asentado en las principales intersecciones del polígono central del Distrito Nacional, amparadas en su condición de Zonas Francas de Servicios que les otorga la Ley 8-90.Estas compañías ofrecen servicios cada vez más variados y especializados: desde los ya conocidos –como atención al cliente, toma de órdenes o resoluciones de conflictos–, hasta auditorías financieras, soporte de redes y plataformas, desarrollo de software o telemedicina. La Asociación Dominicana de Zonas Francas (Adozona) indica que habían 103 call centers operativos a nivel nacional al cierre del 2023, siendo los cascos urbanos del Distrito Nacional, Santiago y Santo Domingo donde más se concentran estas industrias, abarcando el 49.5 %, el 23.3 % y el 12.6 %, respectivamente.){kind=link}