República Dominicana es un país que experimenta momentos de prosperidad económica, pero también enfrenta problemas de corrupción y transparencia, además de marcadas desigualdades en áreas como desarrollo humano, educación y atención médica de calidad para todos. Estas disparidades han sido ampliamente discutidas durante la campaña para las elecciones legislativas y presidenciales del domingo.
Según el Presupuesto General del Estado de 2013, República Dominicana destina el 4% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la educación pública preuniversitaria, lo que se traduce en un significativo presupuesto para el Ministerio de Educación de este año, que alcanza los 297,041 millones de pesos, equivalentes a más de 5,000 millones de dólares.
El Gobierno de Danilo Medina (2012-2020) fue el primero en asignar el 4% del PIB a la educación y promovió la construcción de miles de aulas en todo el país, como parte de un ambicioso proyecto para invertir en áreas consideradas prioritarias.
El crecimiento no llega a la mayoría
El continuo crecimiento económico de la República Dominicana no se ha traducido en una mejor calidad de vida para la mayoría de sus habitantes. Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), existen desigualdades estructurales que limitan la mejora en la calidad de vida de toda la población.
La Plataforma Territorial de Desarrollo Humano de la República Dominicana señala que el país ha perdido alrededor del 22% de su potencial de desarrollo humano en siete años debido a desigualdades territoriales en el acceso a servicios sociales básicos como salud, educación y generación de ingresos.
La corrupción
Según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional, la República Dominicana ha mostrado avances en la lucha contra la corrupción, pero aún enfrenta desafíos. El país ha sido objeto de investigaciones por casos de corrupción, incluyendo el escándalo de la empresa brasileña Odebrecht, que admitió el pago de sobornos en el país para la construcción de infraestructuras.
Los tribunales dominicanos continúan investigando casos de corrupción de gobiernos anteriores, aunque se ha señalado la demora en los procesos judiciales y la impunidad en algunos casos. A pesar de los esfuerzos por combatir la corrupción, aún hay camino por recorrer en este aspecto en la República Dominicana.
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