Tras el derrumbe de la discoteca Jet Set que resultó en 235 muertes y más de 180 heridos, los propietarios Antonio y Maribel Espaillat presentaron una fotografía familiar como prueba de su desconocimiento sobre el mal estado del techo.
La imagen, tomada en febrero de 2025 dentro del establecimiento, busca demostrar que no eran conscientes de los riesgos estructurales. La defensa argumenta que su presencia en el lugar sin percibir peligro respalda la falta de negligencia.
El colapso en marzo de 2025 provocó indignación y cargos de la Fiscalía contra los dueños por presunta responsabilidad. No obstante, su equipo legal sostiene que no había señales evidentes de riesgo y que habrían actuado de haberlas conocido.
Fuente: El Testigo
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