O.J. Simpson falleció recientemente sin haber saldado la deuda de 33,5 millones de dólares que un jurado civil de California otorgó a los familiares de su ex esposa Nicole Brown Simpson y de su amigo Ron Goldman.
A pesar de haber sido absuelto en un juicio penal, Simpson fue encontrado responsable de la muerte en una demanda civil en 1997.
Actualmente, se espera que se revele más información sobre las finanzas de Simpson y que las familias tengan la posibilidad de cobrar parte de la herencia si es que queda algo.
Independientemente de si Simpson dejó un testamento, sus activos probablemente pasarán por un proceso sucesorio en una corte antes de que sus herederos puedan reclamarlos.
Aunque Simpson residía en Nevada, las leyes testamentarias pueden variar según el estado. Sin embargo, si poseía activos significativos en California o Florida, podrían surgir casos adicionales en esos lugares.
Las familias afectadas por el veredicto podrían tener una posición más sólida a la hora de reclamar parte de la herencia de Simpson.
Las leyes de California otorgan prioridad a los acreedores que cuentan con un fallo a su favor, como es el caso de las familias Goldman y Brown.
A pesar de la incertidumbre sobre los activos actuales de Simpson, la muerte del deudor podría facilitar la resolución de la deuda y permitir un eventual pago a los demandantes.
A pesar de los desafíos que puedan enfrentar las familias Goldman y Brown, hay medidas legales que pueden tomar para asegurar que reciban parte de la herencia de Simpson.
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