El exmandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, ha negado que pernoctar en la embajada de Hungría durante un par de días sea un delito. Según el diario The New York Times, Bolsonaro se refugió en la Embajada de Hungría en Brasilia del 12 al 14 de febrero, poco después de que la Policía Federal lanzara una operación en su contra por intentar un golpe de Estado contra el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
En declaraciones a periodistas en São Paulo, Bolsonaro manifestó: "Por ventura dormir en la embajada, hablar con el embajador, ¿hay algún delito en eso? Dejen de perseguir". Anteriormente, sus abogados habían explicado que el expresidente había estado en la embajada como invitado para discutir asuntos políticos con autoridades húngaras, y rechazaron cualquier interpretación de que hubiera pedido asilo.
La Corte Suprema de Justicia le dio a Bolsonaro 48 horas para explicar su estancia en la embajada, y la cancillería llamó a consultas al embajador húngaro. En la operación policial del 8 de febrero contra los presuntos implicados en el plan golpista contra Lula, se detuvieron personas cercanas a Bolsonaro, quien además se le impusieron medidas cautelares como la retención de su pasaporte y la prohibición de salir del país o contactar a otros investigados en el caso.
A pesar de ser solo un investigado en esta trama, la situación legal de Bolsonaro se ha complicado debido a los testimonios de excomandantes del Ejército y la Aeronáutica, quienes afirmaron que el expresidente y su círculo planeaban un golpe que incluía acciones como intervenir el Tribunal Superior Electoral y detener autoridades importantes del país.
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