Miles de judíos estadounidenses han solicitado la liberación inmediata de los 133 rehenes que sigue teniendo en su poder Hamás, al conmemorarse seis meses desde el ataque realizado por esa organización contra Israel y la posterior toma de rehenes.
La concentración fue convocada por más de 50 organizaciones judías de todo el país. Aunque se presentaba como un evento "apolítico", las numerosas banderas de Israel enarboladas por los manifestantes indicaron que también era un acto de apoyo al estado hebreo en un momento en que las relaciones con el gobierno de Joe Biden están tensas.
A diferencia de ocasiones anteriores, en esta concentración no hicieron uso de la palabra figuras relevantes de la política estadounidense como el senador Joe Schumer, el alcalde de Nueva York Eric Adams o la gobernadora de Nueva York Kathy Hochul, todos ellos demócratas y próximos a las elecciones, donde la postura frente al conflicto palestino puede ser determinante para los votantes demócratas.
La concentración se llevó a cabo en una plaza frente a la sede central de la ONU, donde los manifestantes abuchearon a la institución, en consonancia con la postura crítica del Gobierno de Israel hacia la ONU, a la que acusa de tener una tendencia pro palestina.
También fueron abucheados el único orador, el congresista por Nueva York Jerry Nadler, quien pidió recordar el sufrimiento de los palestinos durante la guerra, argumentando que era importante mostrar que son "mejores que ellos (Hamás)". Los demás oradores, por otro lado, se centraron en condenar a Hamás, sin mencionar a los palestinos en general.
Algunos discursos a favor de una postura más dura, como el del exprimer ministro israelí Naftali Bennet, fueron recibidos con aplausos. Bennet expresó que "nadie puede pedirnos detener la guerra mientras haya un solo rehén en manos de Hamás", y abogó por presionar a Catar y a Hamás, no a Israel.
Además, el cónsul de Argentina en Nueva York, Pablo Piñeiro, en nombre del presidente argentino Javier Milei, destacó la importancia que su gobierno concede al tema de los rehenes, dado que hay nueve ciudadanos argentinos aún en poder de Hamás.
La ciudad de Nueva York, con una gran comunidad judía, ha mostrado una división interna con respecto al conflicto en Gaza, evidenciando posturas encontradas entre quienes respaldan plenamente a Israel y quienes, desde una postura más progresista y cercana a los derechos civiles, han criticado la violencia en Gaza y las consecuencias humanitarias del conflicto.
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