Recientemente, el presidente de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana, don Vitelio Mejía, señaló que las condiciones deficientes del terreno y los clubhouses en el estadio Tetelo Vargas, donde juegan los Estrellas Orientales, podrían afectar los juegos si no se realizan las reparaciones necesarias.
Se advirtió que Major League Baseball no permitiría que sus jugadores afiliados corrieran riesgos en una instalación tan deteriorada.
Ayer, el ministro de Deportes, don Francisco Camacho, respondió a Nathanael Pérez señalando que consideraba una amenaza el comentario de Mejía y asegurando que el estadio estará en condiciones óptimas para octubre, gracias a las facilidades que el gobierno ha brindado al béisbol invernal desde antes de asumir el cargo en agosto de 2020.
Es cierto que el ministro Camacho tiene razón, pero la advertencia de Mejía debería tomarse como un ultimátum más que como una amenaza, dado por Major League Baseball.
El uso excesivo del Tetelo Vargas fuera de temporada, para múltiples actividades además del béisbol, ha contribuido al deterioro del estadio.
Es importante actuar sin demora, teniendo en cuenta que el torneo invernal, dedicado a la memoria de don Eduardo León Asensio, está a tan solo seis meses de comenzar y con elecciones cercanas.
Una vez se realicen las mejoras, se deben establecer restricciones y obligaciones de mantenimiento en el estadio, hasta que se pueda construir uno nuevo a través de una alianza público-privada.
Es crucial tomar medidas pronto para evitar situaciones como la del año pasado, donde se prometió la reparación pero los plazos se agotaron.
Resulta incomprensible que en un país donde el béisbol tiene un impacto económico tan significativo, se descuide un estadio de esta manera.
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