Además de la extracción de arena y la tala y quema de árboles, las construcciones dentro del Monumento Natural Dunas de Las Calderas siguen siendo una de las principales amenazas que enfrenta esta área, la cual ha sido dañada durante años por asentamientos humanos irregulares, especialmente en la zona donde se encuentra la comunidad de Salinas.
Diario Libre visitó la semana pasada esta localidad de la provincia Peravia, donde parte de la población reside dentro del emblemático monumento natural, como se puede observar en imágenes satelitales. La invasión ha aumentado progresivamente, y en plataformas como Google Earth se aprecia que ha empeorado en la última década.
En la comunidad se nota la presencia de maquinaria y trabajadores ocupados en pavimentar calles, así como en la construcción de aceras y bordillos, como parte de un programa implementado por las autoridades desde hace un mes. Estas acciones han generado opiniones encontradas entre los residentes.
“Antes no teníamos calles, ahora se están construyendo”, dijo José Medina, quien mencionó que ha habido una fuerte presión para que estos trabajos avancen por parte de una comunidad que ha existido durante años. También señaló que la falta de pavimentación en las calles ha provocado protestas en Salinas.
“Salinas necesita estas mejoras”, expresó Miguel Rodríguez al ser consultado sobre las obras realizadas en la zona.
Expansión a costa de las dunas
Para Daniel Herrera y María Ortiz (nombres ficticios) la situación es diferente; manifestaron su preocupación de que estos trabajos puedan fomentar la invasión y causar más daños al área protegida. Herrera explicó que las labores surgieron después de que el Ayuntamiento ampliara el diseño del pueblo y añadiera tres calles hacia el sur.
“El pueblo ha crecido significativamente, ya que las nuevas calles penetran en el parque hasta 60 metros. El 60% del pueblo está dentro del área protegida”, afirmó.
“Han destruido las dunas”, dijo Ortiz cuando los reporteros de este medio recorrían áreas del monumento que solían albergar manglares y plantas que han sido destruidas. También se observan cercas que delimitan terrenos y construcciones. “He dicho que debemos proteger esto, ¿cómo van a ser las cosas sin árboles y dunas?”, cuestionó la mujer.
Herrera mencionó que el pavimentado de las calles ha sido un tema discutido durante años y que en el pasado no se concretaba por “problemas con Medio Ambiente, pero parece que finalmente encontraron una manera de armonizarlo”.
Lo expresado por Daniel sobre los conflictos ambientales coincide con lo mencionado por personal de la Alcaldía de Baní, que señaló que durante las obras actuales surgieron inconvenientes con las obras pluviales, ya que el área planificada para la instalación formaba parte del área de amortiguamiento del monumento.
“Para los habitantes, estas acciones son positivas. La zona legalmente protegida ve un desorden en lo que está sucediendo, pero para la población que vive allí, es beneficioso, ya que las calles estaban en mal estado. No ha habido planificación urbana, ya que no debería haberla al ser una zona protegida”, agregó Herrera.
Al intentar obtener una declaración oficial de las autoridades locales sobre las obras en curso en Salinas, personal del ayuntamiento indicó: “El tema de las dunas es complicado. Hay un área (zona de amortiguamiento) donde Medio Ambiente debe delimitar o explicar qué se permite y qué no, para determinar si se está afectando o no”.
Consultado sobre las declaraciones de la Alcaldía, Juan Solís, director provincial del Ministerio de Medio Ambiente en Peravia, afirmó: “Tenemos claro en qué áreas se pueden otorgar permisos”.
Realizan levantamiento
Respecto a la situación en Salinas con las construcciones dentro del monumento natural, Solís comentó: “Se trata de una comunidad que ha existido desde hace mucho tiempo, situada en el área de amortiguamiento”. Agregó que se ha hecho un levantamiento de todas las construcciones en esa área, especialmente en el núcleo del área protegida.
“Hemos identificado cada parcela y construcción dentro del área protegida y de amortiguamiento para tomar medidas”, añadió, explicando que se han rechazado muchos permisos en la zona debido al incumplimiento de normativas ambientales.
Acuerdo de co-manejo
El senador de la provincia Peravia, Milciades Franjul, anticipó un encuentro entre organizaciones, empresas y autoridades de Medio Ambiente esta semana para concretar un acuerdo de co-manejo del monumento. Franjul espera que este acuerdo promueva el turismo sostenible en la zona y mencionó la discusión sobre la construcción de tres puestos de vigilancia en una reunión previa con representantes del Ministerio.
También ha propuesto un proyecto de ley para elevar el monumento a parque nacional debido a la diversidad de especies en flora y fauna. En relación a las construcciones dentro del área protegida, Franjul enfatizó la necesidad de establecer límites al crecimiento en esa zona.
Falta de educación ambiental
Daniel Herrera, un admirador del monumento natural, lamenta la falta de promoción de información ambiental en el pueblo. Nadie ofrece charlas sobre el valor de las dunas o del estuario. Detalló la importancia del estuario como criadero de peces, artrópodos y aves residentes y migratorias.
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