A los 29 años, el modelo surcoreano, conocido por su participación en el reality Skip Dating y por ser imagen de marcas como DASHU, murió por suicidio el pasado 4 de junio en Hanam, Gyeonggi-do.
Detrás de su aparente vida de éxito en redes y pasarelas, enfrentaba una angustia que no compartía con todos: había sido víctima de una estafa financiera que lo dejó sin ahorros y con deudas.
La revelación llegó días después, a través de un mensaje de su hermana en Instagram. “Perdió todos sus ahorros y estaba agobiado por las deudas”, escribió desde la cuenta @9x.seon. “Estaba emocionalmente agotado, muy abrumado por muchos pensamientos”.
La estafa, según ella, provino de alguien cercano. Un golpe no solo económico, sino profundamente emocional. La traición de alguien en quien confiaba agravó el malestar que lo venía acompañando desde hacía tiempo.
El día de su muerte, Kim no se encontraba bajo los efectos del alcohol ni huyendo de la policía, como habían sugerido algunos medios. Su hermana desmintió rotundamente esos rumores, que vinculaban su caso con otro incidente ocurrido en la misma ciudad.
- “Por favor, dejen de difundir falsedades y comentarios malintencionados. Solo están aumentando el dolor de nuestra familia”, suplicó.
Silencio detrás de las luces
Kim Jong-seok debutó en 2014 como modelo de un portal de compras en línea. En poco tiempo, se posicionó como uno de los rostros más reconocidos de la moda masculina en Corea del Sur. Su participación en Skip Dating en 2022 amplificó su popularidad.
Pero como tantas otras figuras públicas, sostenía fuera de cámara una batalla que no era visible para sus seguidores.
Las redes lo mostraban impecable: campañas de belleza, colaboraciones, eventos. Sin embargo, la realidad económica que vivía —marcada por la pérdida total de sus ahorros— era una espiral de la que no logró salir.
Según el testimonio de su hermana, el día de su muerte Kim intentó contactar a su novia, con quien había estado distanciado esa noche. Fue a buscarla, acompañado de un amigo, preocupado por no recibir respuesta. No hubo pelea. No hubo intervención policial. Solo un joven al límite.
Estafa, angustia y estigmas
En Corea del Sur, la presión por el éxito, la imagen y el dinero es una constante entre figuras públicas. La historia de Kim Jong-seok ha reavivado las conversaciones sobre la salud mental, el acceso a ayuda profesional, y los efectos devastadores del fraude financiero.
Su familia ahora enfrenta no solo el duelo, sino también el peso de rumores infundados que circulan sin freno en redes. De ahí la urgencia del llamado de su hermana: que el foco se ponga en la verdad, no en la especulación.
Fuente: Diario Libre
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