Un acuerdo televisivo potente está en camino. La WNBA se prepara para su nueva temporada que incluirá la expansión con cuatro nuevos equipos. Las mejoras en las condiciones de las jugadoras son evidentes, con Las Vegas Aces como uno de los rivales a vencer.
El 14 de mayo a las 20 horas, el Mohegan Sun Arena de Uncasville será el escenario del debut de las Indiana Fever de Caitlin Clark contra las Connecticut Sun. Clark, la prodigiosa jugadora que ha revolucionado el baloncesto femenino, ha generado gran expectación tras su destacada actuación en la NCAA.
El foco de la WNBA en estos momentos está en Clark, cuyos partidos de pretemporada también han captado una atención considerable.
Con la comisionada Cathy Engelbert al frente, la liga está aprovechando el fenómeno que representa Clark, pero también tiene otros planes para su crecimiento.
La WNBA cuenta con Las Vegas Aces, dirigidas por Becky Hammon, como actuales campeonas y principales contendientes. Además, se espera la incorporación de nuevos equipos, con uno en San Francisco para 2025 como extensión de los Golden State Warriors.
La liga busca alcanzar las 16 franquicias para 2028, con posibles candidatos como Filadelfia, Toronto, Denver, Portland y Nashville. La audiencia televisiva ha crecido en los últimos años, alcanzando cifras récord en 2023.
El impacto de Clark ha sido notable, vendiendo todas las entradas disponibles para su debut en el College Park Center de Arlington. Este hecho ha motivado a la WNBA y sus socios televisivos a buscar nuevas estrategias, como transmitir los partidos en plataformas como Disney+.
El año 2025 marcará un hito importante para la liga, ya que finalizará su contrato actual de derechos televisivos. Engelbert ha expresado su deseo de duplicar los ingresos actuales de la WNBA, que actualmente ascienden a unos 60 millones de dólares al año entre televisión tradicional y streaming.
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