Existe una discrepancia en las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque los países declaran emitir una cantidad determinada, lo medido en la atmósfera no coincide completamente.
Los inventarios de emisiones de gases de efecto invernadero de todos los países solo registran el 70% del exceso presente en la atmósfera. El 30% restante parece tener un origen desconocido.
Este desajuste se debe en parte al método utilizado para identificar las emisiones. Las normas y restricciones varían de un país a otro, lo que puede llevar a subestimar las emisiones reales.
Los países desarrollados tienen mayores obligaciones en cuanto a la presentación de informes de emisiones, según el Acuerdo de París, mientras que otros países tienen especificaciones más flexibles y sus inventarios rara vez son verificados por fuentes independientes.
Informando con datos de 2007
Algunas estimaciones pueden resultar inverosímiles o engañosas. Algunos países no actualizan sus cifras regularmente, lo que puede llevar a una subestimación de las emisiones reales.
En China, un estudio independiente reveló una diferencia del 23% entre las cifras del inventario de emisiones comunicadas y la realidad. Aunque se han realizado esfuerzos para mejorar la precisión de las declaraciones en China.
El problema también afecta a países desarrollados como Canadá, donde las emisiones relacionadas con la extracción de arenas bituminosas han sido subestimadas en un 64% según un estudio independiente.
Hay sectores enteros que no se reportan en los inventarios, como la aviación internacional o el sector militar, lo que contribuye a la brecha entre las declaraciones y la realidad.
Datos más precisos, pero excluidos
A pesar de los avances en la medición de emisiones con dispositivos independientes, pocos estados incluyen estos datos en sus informes oficiales. Mientras continúen estas prácticas, la discrepancia entre las declaraciones y las mediciones reales en la atmósfera seguirá creciendo sin una clara responsabilidad establecida.
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