, ese profesional responsable de construir y administrar la comunidad online y gestionar la identidad y la imagen de marca, creando y manteniendo relaciones estables con sus clientes y sus fans en internet.Chávez viaja de Santo Domingo con frecuencia a los parques de las Grandes Ligas, recoge material exclusivo con cámaras y lentes que luego trabaja en su Mac con el programa DaVinci Resolve, donde asegura consigue mejores colores. Luego los discute junto a Natali, la hermana de Soto, que envía al pelotero. Este tiene la última palabra de lo que se sube.Los peloteros no son el imán para los patrocinios como futbolistas o baloncestistas. Soto es el sexto en ingresos entre sus colegas por esa fuente este año (US$3 millones) según Sportico con marcas como Under Armour, Wilson, New Era y Topps. RELACIONADAS Béisbol Juan Soto está en el mejor arranque de su carrera en MLB Línea de Hit El impacto de Juan Soto en Nueva York Línea de Hit Juan Soto: el latino más mercadeable RELACIONADAS Béisbol Juan Soto está en el mejor arranque de su carrera en MLB Línea de Hit El impacto de Juan Soto en Nueva York Fue el potencial que Chávez vio, aunque reconoce que al pelotero lo que más le convenció, tras un video que le hizo en el Juego de Leyendas de Lidom en 2021, fue la oportunidad de llevar al fanático contenido de calidad exclusivo.¿Qué le aporta un CM?“Pienso que manejo. Es mucho tratar de llevar la esencia del jugador a las redes sociales porque al final lo que la gente no ve es como si no se hiciera y al final tienes que vender tu figura. Eso al final puede ser dinero, que puedes presentar a las marcas”, dice Chávez, en visita a DL.Soto ya supera los 1,1 millones de seguidores en Instagram, la red que más utiliza, y sus vídeos alcanzan cifras de siete dígitos en reproducciones. Un vídeo durante el Clásico Mundial de Béisbol, en 2023, superó los dos millones de reproducción.“La idea es mucho más importante que la pieza”, repite en la conversación Chávez esa oración de un creativo que escuchó en la desaparecida escuela de arte Brothers y que la tatuó en su memoria. “La idea es más significativa que el mismo gran vídeo o gran foto. Lo más importante es saber qué quiere comunicar y cada cliente tiene objetivo distinto”.“Cuando un cliente me busca tengo que hacerlo más grande, hacer que su figura resalte, en este caso Soto es una superestrella que tiene millones de seguidores y que, en teoría, no lo necesita, lo que hace mayor el trabajo”, dice Chávez. Un caso especialPone el ejemplo de Jean Luis Rodríguez, director de Autoridad Portuaria, que lo contrató en 2020 al asumir al cargo y en su análisis identificó la necesidad de darse a conocer entre los jóvenes, por lo que la campaña tuvo que hacer hincapié en Tik Tok.“Con Juan es diferente. Soto le llega a mucha gente, desde niños hasta personas mayores, aquí, en América Latina y Estados Unidos, el abanico del béisbol es muy amplio e Instagram es la red de más uso. Pero había mucho techo por crecer y seguimos desarrollando estrategias”, explica Chávez.Un contenido que suele ir acompañado de música urbana, esa que el guardabosque de los Yanquis tanto consume.Si bien Soto hace énfasis en la calidad y lo que pueda llevar al fanático, Chávez apunta a los números, al potencial que hay en las redes y lo que a futuro le puede aportar como instrumento de negocio.“Más que todo siempre el crecimiento de esos numeritos, al final a eso es que se le podrá sacar provecho. Juan ve que es algo importante tener una red social funcionando, más que buscar el retorno. Es una herramienta. Le preocupa que el fanático esté al tanto. Pienso que él lo hace más por el lado del fanático”, dice Chávez. ){kind=link}
Para finales de 2021, Juan Soto solía compartir contenido amateur en sus redes sociales, como fotos y videos sin ningún retoque, mostrando momentos con su familia, compañeros de equipo y personalidades que admiraba. Esto cambió cuando Luiggy José Chávez, experto en multimedia egresado del ITLA, se encargó de mejorar la imagen de Soto en redes sociales. Chávez se convirtió en su Community Manager, encargado de gestionar su presencia en línea y mantener una relación estable con sus seguidores. Viaja frecuentemente a los parques de las Grandes Ligas para capturar contenido exclusivo con cámaras de alta calidad, el cual luego edita en su Mac utilizando DaVinci Resolve para resaltar los colores. Posteriormente, discute el contenido con la hermana de Soto, Natali, antes de ser publicado en las redes.
A pesar de que los jugadores de béisbol no suelen atraer tantos patrocinios como otros deportistas, Soto ha logrado posicionarse como el sexto en ingresos por esta vía durante este año, gracias a marcas como Under Armour, Wilson, New Era y Topps. Chávez vio en Soto un gran potencial, especialmente para ofrecer contenido exclusivo de calidad a sus seguidores.
Actualmente, Soto cuenta con más de 1.1 millones de seguidores en Instagram, siendo esta su red social principal. Sus videos alcanzan cifras de reproducciones millonarias, como uno durante el Clásico Mundial de Béisbol que superó los dos millones de reproducciones. Chávez destaca la importancia de tener una idea sólida detrás de cada publicación, ya que la idea es más relevante que la pieza en sí. Además, resalta la importancia de hacer crecer los números en las redes sociales, ya que pueden convertirse en una herramienta importante para el negocio a futuro.
Chávez y Soto continúan desarrollando estrategias para expandir la presencia del jugador en las redes, enfocándose en llegar a una audiencia diversa que va desde niños hasta adultos en América Latina y Estados Unidos. El contenido que comparten suele estar acompañado de música urbana, reflejando los gustos personales de Soto. Aunque Soto se enfoca en la calidad del contenido que ofrece a sus seguidores, Chávez reconoce el potencial de crecimiento en las redes y la importancia de mantener a los fanáticos informados a través de las plataformas digitales.
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.