Ciudadanos, opositores, organizaciones de la sociedad civil y trabajadores del Poder Judicial de México que están en huelga, protestaron este domingo para elevar la presión contra la reforma del presidente, Andrés Manuel López Obrador, que busca que haya elecciones populares para designar a juzgadores y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La protesta se replicó en distintos estados del territorio mexicano, mientras que, en Ciudad de México, una concentración de personas marchó del histórico Monumento de la Revolución, por la principal avenida Paseo de la Reforma y hasta el Zócalo capitalino, frente al Palacio Nacional, la principal plaza pública del país.
Entre las posturas que se escucharon desde el norte y hasta el sur del país en diversas plazas públicas, se defendió que la propuesta pretende vulnerar la independencia judicial, la carrera de funcionarios que aspiran a escalar por méritos, así como advirtieron de riesgos para la democracia mexicana y los contrapesos al poder.
“Poder Judicial, contrapeso nacional”, “sin color ni partido, la justicia se ha impartido”, “si el pueblo se informa no pasa la reforma”, “No somos oposición, servimos a la nación”, “democracia sí, dictadura no”, fueron solo algunas de las consignas de los manifestantes.
Entre los 700 manifestantes registrados por la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la capital mexicana, se manifestaron en el Zócalo, trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF), mismos que desde hace una semana se mantienen en huelga.
Fue el pasado lunes 19 de agosto cuando trabajadores del PJF, entre administrativos de base, secretarios de acuerdos y actuarios, decidieron interrumpir las labores e irse a un paro de labores, colocando cadenas y candados las puertas de varios recintos judiciales.
Después se sumaron jueces y magistrados, lo que supone la huelga de por lo menos 1.200 jugadores mexicanos en todo el país, según datos de la Asociación Nacional de Magistrados y Jueces de Distrito (Jufed)
El órgano administrativo del PJF, el Consejo de la Judicatura Federal, aunque ha avalado el paro de labores, informó que se mantendrá un régimen de servicios mínimos para atender casos graves o urgentes.
El jueves el Gobierno mexicano amagó con despedir a quienes no se presenten laborar, así como a recortar sus salarios, mientras los trabajadores y juzgadores se niegan a retomar las actividades hasta que exista una negociación verdadera sobre la reforma judicial que se impulsa en el Congreso.
Mientras tanto, la reforma planteada por López Obrador supone que cualquier persona con un título en Derecho podría postularse para ser electo para encabezar un tribunal, aunque legisladores han sostenido que habrá controles para que terminen postulados en una boleta y que los actuales juzgadores tendrán derecho de poder participar para incorporarse de nuevo al PJF.
Lo anterior también ha desencadenado una serie de advertencias al clima de negocios en el país, como ha señalado la calificadora Fitch Ratings o entidades como Citibanamex, Bank of America y Stanley Morgan.
En tanto que los embajadores en México de Estados Unidos y Canadá han revelado preocupaciones de los inversionistas en sus países y el peso mexicano ha sentido el clima de aversión al riesgo, tocando casi las 20 unidades durante la semana.
Fuente: Diario Libre
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