miércoles, febrero 5, 2025
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Navío Bar and Sea: un destino para cruceristas en Pedernales

Ubicado frente a la playa de Pedernales, Navío Bar and Sea es un restaurante turístico que, desde su apertura en 2020, ofrece comida típica dominicana, mariscos y coctelería a visitantes nacionales e internacionales.

En sus cuatro años de operación, se ha convertido en una parada clave para los cruceristas que buscan disfrutar la gastronomía local con vista al mar. Desde la apertura del puerto de Cabo Rojo, el restaurante ha recibido casi 2,000 visitantes provenientes de los cruceros que han arribado a la zona.

Su propietario, Odanis Grullón, emprendió con la idea de aprovechar el potencial turístico de Pedernales, aunque nunca imaginó la llegada de cruceros a la provincia. Con la creciente afluencia de visitantes, ha adaptado su negocio, asegurando permisos, mejorando la infraestructura y contratando personal por temporada para atender grupos de hasta 100 turistas simultáneamente.

Grullón, nacido y criado en Pedernales, siempre tuvo claro que la provincia eventualmente desarrollaría su oferta hotelera. 

“Era inevitable, causaba hasta suspicacia que una provincia con tanto potencial, con tantas playas hermosas, con buenos climas, montañas y dos parques nacionales espectaculares no gozara de infraestructura para recibir turistas, y ya ese sueño es una realidad”, comentó.

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Instalaciones de Navío Bar and Sea, en Pedernales. (CORTESÍA)
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Cruceristas hacen fila para entrar al restaurante. (CORTESÍA)

Experiencia gastronómica y cultural

El menú para los cruceristas incluye platos como arroz marino, pescado y pechuga a la plancha, acompañados de una breve reseña histórica de Pedernales en español o inglés. 

“La historia de Pedernales es una historia bastante joven, pero nosotros hemos visto ese atractivo, porque cada pueblo tiene su encanto, para cuando lleguen los turistas aquí, hablarles y poder decirles ‘bienvenido a la playa de Pedernales’. Todas esas cosas les llaman la atención a ellos (los cruceristas)”, aseguró.

Además, el restaurante ofrece una mesa de bisutería artesanal, incentivando a los visitantes a llevarse un recuerdo. También dispone de sillas de playa, sombrillas y muebles para mayor comodidad, tanto dentro del local como en la arena.

El gasto promedio de cada crucerista oscila entre 40 dólares y 50 dólares, monto que puede aumentar si adquieren artesanías como aretes o cadenas de larimar.

Sin embargo, Grullón destaca que, a diferencia del turista que pernocta y consume con mayor libertad, el visitante de crucero tiene servicios incluidos en el barco, lo que limita su gasto.

El restaurante ha coordinado con Grupo ITM, empresa concesionaria del puerto, para organizar la llegada de turistas en grupos escalonados. “Ellos traen doscientos visitantes y dividimos los tiempos, de cien en cien”, señaló.

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Una visitante observa la bisutería a las afueras del restaurante. (CORTESÍA)
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El restaurante coloca sillas de playa para quienes quieran recostarse a la orilla del mar. (CORTESÍA)

La formalidad, clave del éxito

Grullón atribuye el éxito de su negocio a la formalidad. Contar con los permisos adecuados le permitió firmar un contrato de dos años con Grupo ITM, asegurando su inclusión como una de las paradas recomendadas para cruceristas en el malecón de Pedernales.

“El turismo es un negocio sectorizado que opera bajo normas internacionales. Para yo poder ofrecerles el servicio a ellos, yo tuve que hacer una inversión en seguros, permiso sanitario, un permiso en Medio Ambiente, otro en el Ministerio de Turismo…”, afirmó.

Grullón insiste en la necesidad de que el Ministerio de Turismo colabore con los microempresarios para guiarlos en la obtención de permisos, facilitando su integración en la cadena de valor del turismo. También destaca la importancia de acuerdos con agencias de viaje que impulsen a la comunidad local sin depender de personal externo.

Burocracia y expansión del negocio

A pesar de su éxito, Grullón enfrenta trabas burocráticas. Desde febrero de 2024, espera la emisión de un certificado de no objeción por parte del Ministerio de Turismo y la Armada Dominicana, requisito para ampliar su restaurante.Su plan incluye la construcción de una terraza más grande, una rampa y baños accesibles para turistas con discapacidad, lo que duplicaría su capacidad. Aunque ya cuenta con la autorización del Ministerio de Medio Ambiente, la falta de respuesta de las otras entidades lo frena.En ese sentido, exhortó a las autoridades contar con una mejor gestión entre ambas instituciones para evitar este tipo de retrasos, pues teme incumplir con el compromiso que ha asumido con la concesionaria del puerto, que le exige facilidades inclusivas a su negocio para poder enviarle a más cruceristas. Navío Bar and Sea es un reflejo del potencial turístico de Pedernales. Con inversiones en infraestructura, regulación adecuada y más apoyo a los empresarios locales, la provincia puede consolidarse como un destino competitivo para los visitantes que llegan en cruceros y, a futuro, como un polo turístico de clase mundial.

Fuente: Diario Libre

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