En un platanar del sur de El Salvador, Moisés de Paz observa con preocupación tierras sin producir por falta de crédito. A 100 km de distancia, en un mercado, Blanca Ramos se lamenta de que pocos compren sus plátanos: la economía desafía al presidente Nayib Bukele en su segundo mandato.
Bajo un sol intenso y supervisados por De Paz, cien hombres trabajan en varios cultivos en la cooperativa Normandía, ubicada en Jiquilisco, aproximadamente a 100 km al sureste de San Salvador. Esta cooperativa reúne a 281 asociados.
"La subsistencia de la cooperativa ha sido un desafío para nosotros", declara De Paz, de 37 años y presidente de Normandía, agobiado por el calor.
Cerca del 50 % de las 956 hectáreas de la cooperativa tienen cultivos de plátano, maíz y papaya. El resto permanece ocioso por falta de financiamiento para ponerlo en producción.
Los productores de agricultura solicitan posibilidades de crédito en la banca para poder trabajar la tierra. Esperan que Bukele apoye al sector agrícola en su nuevo mandato de cinco años que comienza el sábado.
Después de reducir significativamente la violencia causada por pandillas en el país, Bukele debe ahora centrarse en los problemas económicos, según analistas. Es crucial que aborde la alta deuda pública y la pobreza.
Desde que Bukele asumió el cargo en 2019, la deuda pública ha aumentado de 19,800 millones a 30,016 millones de dólares, equivalente al 84 % del Producto Interno Bruto (PIB). La pobreza ha pasado del 22.8 % en 2019 al 27.2 % en 2023, según datos oficiales.
El analista económico César Villalona opina que a pesar del endeudamiento del Estado, no se ha visto una mejora en la producción industrial y agrícola del país.
Carlos Acevedo, analista económico independiente, destaca la importancia de la inversión extranjera para fomentar el crecimiento económico y reducir la pobreza. En 2023, la inversión extranjera directa alcanzó los 759 millones de dólares, frente a los 171 millones de 2022, según cifras oficiales.
Flor Beltrán, una empleada que gana 365 dólares mensuales, enfrenta dificultades para cubrir los gastos básicos debido al incremento del costo de la canasta básica de alimentos y al insuficiente aumento del salario mínimo.
Blanca Ramos, vendedora de plátanos, espera que Bukele mejore la situación económica del país y la vida de sus ciudadanos. A pesar del crecimiento del PIB en 2023, el FMI pronostica un crecimiento del 3 % para 2024 y aún no se ha alcanzado un acuerdo para un préstamo de 1,300 millones de dólares para El Salvador.
Moisés de Paz confía en la experiencia de los campesinos para seguir trabajando la tierra y sobrevivir a pesar de las dificultades económicas.
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