Los Dodgers de Los Ángeles, incluidos Shohei Ohtani y su perro, celebraron su octavo título de la Serie Mundial el viernes con un desfile en el centro de la ciudad y una estridente fiesta en el campo.
“Esto es especial”, indicó Ohtani, quien usualmente sólo habla japonés en público, pero decidió pronunciarse en inglés ante una multitud de 42.458 personas en el Dodger Stadium. “Me siento honrado de estar aquí. Felicidades, Los Ángeles. Gracias, chicos”.
Su compatriota Yoshinobu Yamamoto añadió en inglés: “Gracias, aficionados de los Dodgers”.
El rapero Ice Cube abrió la fiesta con la canción “It Was a Good Day”. El mánager Dave Roberts bailó y se unió cantando desde un escenario circular azul emplazado en el medio del terreno.
“Ustedes querían un desfile, tuvimos un desfile”, indicó Roberts. “Chicos, alístense para volver el próximo año también”.
Los peloteros intercambiaron abrazos y palmadas en el escenario mientras llovía confetti azul y blanco al compás de la canción “I Love LA”. Los hijos de algunos jugaban en el campo.
Entre ellos estaba el hijo de 8 años de Freddie Freeman, Charlie, quien encabezó a otros niños para saltar sobre el muro que dividía a los jugadores de la multitud.
Los peloteros se pasaron de mano en mano el Trofeo del Comisionado.
“¿Quién más tiene tantos campeonatos como nosotros en la década del 2020?”, preguntó el puertorriqueño Kiké Hernández. “Absolutamente nadie”.
Roberts presentó a Freeman como alguien que “jugó con una pierna y una costilla”, en referencia a las lesiones del primera base.
“Hice todo lo posible para estar en el campo por ustedes y estoy agradecido de haberlo hecho, porque obtuvimos el campeonato”, indicó Freeman. “Estoy ansioso por volver el próximo año”.
Horas antes, jugadores, sus familiares e integrantes del personal de entrenadores abarrotaron siete autobuses de doble piso que recorrieron calles flanqueadas de aficionados vestidos de azul. La policía de Los Ángeles estimó que hubo 200.000 asistentes.
“Es increíble”, dijo Freeman, el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial. “Todo Los Ángeles salió hoy”.
Varios jugadores estuvieron fumando puros y bebiendo cerveza en el soleado día.
“Es lo mejor de lo que he sido parte”, comentó Clayton Kershaw. “Nunca había visto tantas personas en mi vida. Todos son aficionados de los Dodgers”.
Hernández, quien iba sin camiseta, se colocó en la parte frontal del autobús con una cerveza en mano. Ohtani sostenía a su perro Decoy, junto a su esposa Mamiko Tanaka.
“Me siento completamente asombrado por todos los aficionados que hay aquí”, dijo Ohtani en el autobús. “Ha sido un año increíble. Estoy feliz de haber podido contribuir”.
A la pregunta de si se quitaría la camiseta como Hernández, un sonriente Ohtani negó con la cabeza y respondió en inglés: “No, nunca”.
Walker Buehler, quien lanzó la novena entrada del último juego de la Serie Mundial, bebió cerveza con un embudo, portando el jersey de Orel Hershiser, quien fue parte del equipo campeón de 1988.
“Es una locura, lo amo”, dijo el jardinero dominicano Teoscar Hernández.
Los aficionados vitorearon y saludaron a los jugadores. El desfile se llevó a cabo en el día en que se hubiera celebrado el 64to cumpleaños del mexicano Fernando Valenzuela, ganador del Cy Young y Novato del Año de la Nacional en 1981 y quien falleció antes de que comenzara el Clásico de Otoño.
Los Dodgers vencieron a los Yankees de Nueva York en cinco juegos. Aseguraron el título con la victoria 7-6 el miércoles en el Bronx.
Una parte de las ganancias por la venta de boletos en el estadio será donada a la Fundación de los Dodgers de Los Ángeles.
Se registró más de una docena de arrestos durante los festejos informales después de que regresó el equipo tras ganar la Serie Mundial. Hubo robos, vandalismo e incluso incendios en varias partes de la ciudad.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
Fuente: Diario Libre
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