Vanderson Chaves se ha enfrentado a una serie de desafíos a lo largo de más de diez años como esgrimista paralímpico, pero ninguno como las graves inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul.
Las aguas se llevaron su equipo, docenas de medallas, su pasaporte y ponen en peligro su participación en los Juegos de París en septiembre.
La vivienda en planta baja de Chaves, especialmente adaptada para personas en silla de ruedas, se ubica en una zona elevada de Porto Alegre. A pesar de esto, el esgrimista fue una de las 230,000 personas evacuadas por las inundaciones.
Días después, su hogar sigue bajo el agua y lo poco que le queda ahora cabe en un automóvil. Esto ha afectado su salud mental antes de sus próximas competencias clave la semana siguiente para confirmar su clasificación a los Paralímpicos.
Chaves expresó: “No puedo evitar que esto me afecte. Para rendir bien en competencias y entrenamientos, es necesario estar en buen estado mental. Y actualmente no lo estoy”. Estas palabras fueron compartidas con The Associated Press desde el Gremio Nautico Uniao, un refugio que alberga alrededor de 300 personas afectadas por las inundaciones.
En los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 y Tokio 2021, Chaves representó a su país. Si logra sumar suficientes puntos en las competencias en Sao Paulo, asegurará su participación en París.
Para lograr su objetivo, necesitará equipo donado y realizará un complicado viaje debido a la situación del aeropuerto local tras las inundaciones.
El entrenador de Chaves, Eduardo Nunes, reconoce que el esgrimista enfrentará obstáculos más allá del estrés mental y el largo viaje. Asegura que superar estos desafíos no será fácil, pero Chaves tiene el potencial para lograrlo.
Esgrimistas de Brasil y Estados Unidos han ofrecido ropa y equipo a Chaves, y en caso de clasificar, el gobierno brasileño le brindará más recursos para competir.
Somos EL TESTIGO. Una forma diferente de saber lo que está pasando. Somos noticias, realidades, y todo lo que ocurre entre ambos.
Todo lo vemos, por eso vinimos aquí para contarlo.