Las elecciones legislativas en Francia han enfrentado a dos modelos de sociedad opuestos con algunos puntos en común en sus programas económicos. La ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y el Nuevo Frente Popular (NFP) basan sus propuestas en el expansionismo presupuestario, lo que preocupa a los agentes económicos en un momento en que el deterioro de las cuentas públicas perjudica a Francia.
La principal organización patronal francesa, Medef, ha calificado los programas de ambos partidos como "inoportunos" y "peligrosos" para la economía del país, generando subidas de impuestos, la huida de inversores extranjeros y quiebras masivas de empresas.
El economista Jean Tirole, premio Nobel de Economía en 2014, expresó su preocupación sobre los programas, criticando la falta de fuentes de riqueza consistentes para financiar las medidas propuestas.
Otra premio Nobel, la francesa Esther Duflo, señaló que el partido de extrema derecha apuesta por reducir impuestos a empresas y gastos sociales, lo que según análisis especializados, incrementaría las desigualdades en el país.
Decisions como subvencionar precios de energía y anular reformas de pensiones, propuestas por los partidos, podrían aumentar el endeudamiento de Francia, en un contexto donde los bonos franceses ya están en alza.
Un mes antes de la primera vuelta, Standard & Poor’s rebajó la nota soberana de Francia, debido a dudas sobre la capacidad del país para revertir un déficit del 5.5% registrados en 2023.
El Nuevo Frente Popular busca bloquear precios de energía, aumentar el salario mínimo y hacer gratuitas las escuelas públicas, financiando sus propuestas con reformas fiscales.
En contraste, expertos señalan que las medidas propuestas por la izquierda podrían ahuyentar a los ricos del país y tener un impacto negativo en el clima empresarial de Francia.
Fuente: Diario Libre
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