El domingo, el presidente dominicano Luis Abinader fue reelegido para un segundo mandato de cuatro años, en reconocimiento a su gestión económica y sus políticas estrictas hacia la migración haitiana.
Aunque República Dominicana y Haití comparten la isla de La Española, existe una clara disparidad entre ambos países, con la República Dominicana siendo más próspera y Haití enfrentando pobreza, caos y violencia.
Con un 21% de los votos escrutados, el principal rival de Abinader, el expresidente Leonel Fernández, reconoció su derrota y felicitó a Abinader.
"Soy y seré el presidente de todos los dominicanos", afirmó Abinader en un discurso ante sus seguidores en Santo Domingo, prometiendo cumplir con la confianza depositada en él.
Con el 59,05% de los votos hasta el momento, Abinader lidera la contienda, seguido por Fernández con el 27%. Otros candidatos tienen menos del 3% en conjunto.
Más de 8 millones de dominicanos fueron convocados a votar en un proceso donde también se renueva el Congreso. El Partido Revolucionario Moderno (PRM) de Abinader, que tuvo éxito en las elecciones municipales de febrero, espera obtener buenos resultados en el Senado y la Cámara de Diputados.
Abinader ha sido calificado positivamente por su gestión económica y su postura firme hacia la migración haitiana, prometiendo mantener esa política en un segundo mandato. Se ha destacado por su alto crecimiento económico, baja inflación y desempleo reducido.
Por otro lado, el Partido Fuerza del Pueblo (PF) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) denunciaron presuntas irregularidades durante las elecciones, mencionando una supuesta compra masiva de votos desde el oficialismo. A pesar de ello, Abinader ha defendido la limpieza de las elecciones, respaldado por observadores internacionales presentes en los comicios.
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