En el tribunal de Samui (sur de Tailandia), se lleva a cabo el proceso judicial contra el ciudadano español Daniel Sancho, acusado de asesinato premeditado del colombiano Edwin Arrieta. En la última sesión de la semana, dos policías responsables de la investigación brindaron sus testimonios.
Esta vista, que marca el final de la primera semana del juicio debido a la festividad del Songkran o Año Nuevo Budista en Tailandia, se retomará la próxima semana. El proceso comenzó alrededor de las 10:00 hora local y finalizó cuatro horas después.
En la sesión de hoy, estuvieron presentes el padre del acusado, el actor Rodolfo Sancho, y su madre, Silvia Bronchalo, quienes ingresaron a la corte sin hacer declaraciones a los medios de comunicación presentes afuera del tribunal, ya que el juez decidió que la audiencia se realizara a puerta cerrada.
Primeros pasos de la investigación
El primer testigo en declarar fue el coronel Parinya Tanthasuwan, quien estaba en la comisaría de Phangan cuando Daniel Sancho llegó a denunciar la desaparición de Arrieta. Durante su testimonio, Parinya confirmó lo que ya consta en el informe policial.
El otro testigo fue el inspector Ekachai Kamprakon, encargado de analizar las cámaras de seguridad que mostraron los movimientos de Sancho en la isla. Se observó cómo Sancho recogió a Arrieta en el puerto y luego se dirigieron juntos a un hotel, donde Arrieta nunca salió.
La defensa de Arrieta en España considera que los testimonios de hoy son relevantes, ya que ambos policías tuvieron un papel crucial en la investigación inicial del caso.
Bolsas de basura
Los primeros restos del cadáver de Arrieta fueron encontrados en un basurero en Phangan, lo que desencadenó la investigación policial. Después de revisar las cámaras de seguridad, se identificó a Sancho comprando bolsas de basura y otros utensilios en un supermercado de la isla.
Sancho fue puesto bajo custodia policial luego de que se descubrieran las imágenes, y posteriormente fue detenido formalmente por el crimen. Sin embargo, él afirma que la muerte de Arrieta fue un accidente durante una pelea en defensa propia.
La Fiscalía acusa a Sancho de asesinato premeditado, ocultación de cuerpo y destrucción de pruebas, con la pena de muerte como máximo castigo.
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