El Senado de Estados Unidos aprobó el 1 de julio el plan fiscal y presupuestario del presidente Donald Trump, que ahora regresa a la Cámara Baja para revisión y votación final. Se espera que el presidente lo firme el 4 de julio.
El proyecto incluye un impuesto del 1% a las remesas enviadas por migrantes. La aprobación en el Senado fue tensa, con el vicepresidente J. D. Vance emitiendo el voto de desempate tras la oposición de tres senadores republicanos.
Este avance es crucial para la agenda de Trump, que busca revitalizar la economía y cumplir promesas de campaña, como eliminar impuestos sobre propinas y horas extras. También destina fondos al plan de deportación masiva y prioridades de defensa.
Para equilibrar el gasto, se proponen recortes de más de 900 mil millones de dólares a Medicaid y al programa SNAP, que apoya a personas de bajos ingresos.
Fuente: El Testigo
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