En la República Dominicana, isletas, aceras, avenidas, calles y callejones se han convertido en puntos de venta de vehículos, una práctica que ocurre ante la vista de las autoridades y en flagrante violación de la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial. Esta ley prohíbe el estacionamiento o la detención de vehículos en vías públicas con fines comerciales, tales como la venta, publicidad, demostración, reparación o arrendamiento de vehículos.
También, la proliferación de empresas dedicadas a la venta de vehículos ha generado preocupación debido a dudas sobre su legitimidad y el cumplimiento de las obligaciones fiscales. En el país existen asociaciones con gran número de miembros y empresas que organizan ferias anualmente en colaboración con bancos. Sin embargo, la informalidad persiste.
José Santana, un ciudadano que transitaba cerca de la avenida Pedro Livio Cedeño, expresó: “Uno debe caminar por la calle porque las aceras no son para los peatones. Existen todo tipo de negocios, pero nadie puede decir nada porque, al igual que en las bancas de loterías, los políticos también tienen dealers”.
En esta importante vía, el tramo situado entre las avenidas Juan Pablo Duarte y Expreso V Centenario, las empresas de venta de vehículos ocupan aceras, isletas y los carriles de la marginal. Aunque la vía principal cuenta con cuatro carriles, solo dos están disponibles para los ciudadanos.
Esta problemática también se observa en otras áreas del Gran Santo Domingo, como en las vías San Vicente de Paúl, Josefa Brea, Carretera Mella, entre otras. Las empresas de venta de vehículos se instalan en casas, debajo de árboles e incluso improvisan talleres de mecánica y pintura en los espacios públicos para acondicionar los vehículos que exhiben para la venta.
Recientemente, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ha implementado la licencia para distribuidores de vehículos de motor. Esta licencia, que cuesta 10,000 pesos y debe estar visible en el local del establecimiento, es un paso hacia la regulación del sector.
Para obtenerla, los solicitantes deben cumplir una serie de requisitos, entre ellos: estar inscritos en el Registro Nacional de Contribuyentes (RNC), al día con las obligaciones fiscales, autorizados a emitir Números de Comprobantes Fiscales (NCF), y tener como actividad económica principal la importación o comercialización de vehículos, además de un capital mínimo de 3,000,000 pesos en el caso de personas jurídicas.
Las personas físicas deben adquirir una póliza de seguro de 3,000,000 pesos. La licencia es válida por cinco años y debe ser renovada.
Luis Taveras, primer vicepresidente de la Asociación Nacional de Agencias Distribuidoras de Vehículos (Anadive), comentó: “Aplaudimos la implementación de estos requisitos, ya que ayudan a reducir la informalidad. Aunque no eliminan completamente el problema, representa el primer paso serio hacia la regulación del comercio de vehículos en la República Dominicana”.
Se estima que hay alrededor de 1,000 distribuidores den el país, tanto formales como informales.
“Aquellos que cumplen con todas sus obligaciones, que tienen un local y que pagan impuestos, enfrentan una competencia desleal de quienes operan en vías públicas sin cumplir con ninguna normativa”, detalla Taveras.
Licencias
En mayo de este año, la DGII entregó las primeras 100 licencias de operación a concesionarios, distribuidores y vendedores de vehículos y remolques, en cumplimiento con las nuevas regulaciones.
Luis Valdez Veras, titular de la DGII, informó que hasta la fecha se han emitido más de 300 licencias, de las cuales once corresponden a concesionarios importadores, 259 a distribuidores importadores y once a vendedores y comercializadores.
Sobre la responsabilidad fiscal del sector vehículos en República Dominicana, el ejecutivo de Anadive dijo que es el segundo mayor contribuyente de la Dirección General de Aduanas (DGA) y entre los primeros diez de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) cuando se incluyen los autos nuevos, el derecho de circulación y los traspasos que se estiman en más de 100,000 al año.
Importaciones
En los diez primeros puestos en el capítulo arancelario en las importaciones de despacho a consumo, los automóviles y tractores ocupan el segundo lugar, presentando un crecimiento en el primer semestre de 2024 en comparación enero-junio de 2023.
En los primeros seis meses del año pasado, las importaciones representaron 1,212.71 millones de dólares. En igual periodo de este año, la cifra sube a 1,218.60 millones de dólares, registrando 5.89 millones de dólares más..
Al 31 de diciembre de 2023, el inventario de vehículos registrados por la DGII ascendió a 5,810,8882 unidades, un total de 346,892 vehículos de nuevo ingreso más que en el 2022.
Del parque de vehículos, el 56.5 % son motocicletas; 19.3 % corresponde a automóviles; 11.7 % son jeeps y el 12.5 % restante, vehículos de carga y autobuses, entre otros.
Luis Taveras, primer vicepresidente de Anadive, explica que esa institución está compuesta por asociaciones de vehículos nuevos y usados.
“Nosotros somos casi 300 miembros activos. Estamos en el país entero, en todas las regiones y generamos una gran cantidad de empleo, porque es probable que, en promedio, en un distribuidor trabajen diez personas. Puede ser que nosotros generemos alrededor de entre dos y tres mil empleos directos y muchos empleos indirectos”, explicó.
Asegura que la venta de vehículos en cualquier parte del mundo es un indicador de la actividad económica.
“Cuando las ventas de vehículos están fuertes, significa que la actividad económica también es fuerte”, apuntó Taveras.
Fuente: Diario Libre
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