En República Dominicana, los incentivos fiscales suelen percibirse como beneficios para los más ricos, ya que se requieren grandes inversiones para proyectos como parques solares y hoteles de lujo. Sin embargo, estos incentivos han atraído una inversión extranjera directa (IED) de más de US$2,892.8 millones en el primer semestre de 2025, un aumento del 15.3% respecto al año anterior, según el Banco Central. Para 2024, las divisas superaron los US$4,523 millones y se espera que alcancen los US$4,860 millones al cierre del año.
El costo de estos incentivos fiscales, estimado en RD$383,566.2 millones, supera las necesidades de financiamiento del Estado para 2025, que son de RD$350,990.4 millones. Aunque eliminar los incentivos podría cubrir los préstamos proyectados, Miguel Collado Di Franco del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Crees) advierte que esto afectaría el empleo y el consumo, ya que las exenciones fiscales generan efectos multiplicadores en la economía.
Para 2025, se proyecta un incremento del gasto tributario del 7.0% respecto a 2024, alcanzando RD$383,566.2 millones. En 2026, se estima una necesidad de financiamiento de RD$366,297 millones, equivalente al 4.2% del PIB. El Ministerio de Hacienda prioriza la reducción de costos de financiamiento y la diversificación de fuentes, minimizando riesgos como el tipo de cambio y las tasas de interés.
Históricamente, los incentivos fiscales han crecido de RD$201,751.9 millones en 2015 a RD$383,566.2 millones en 2025, aunque su participación en el PIB ha fluctuado. El déficit fiscal, tras un aumento significativo en 2020 debido a la pandemia, ha mostrado una recuperación gradual.
Además, los subsidios ejercen presión sobre las finanzas del Estado. En el primer semestre de 2025, se transfirieron RD$23,026 millones a través de seis programas, beneficiando a más de 1.5 millones de personas en 2024.
Fuente: El Dinero
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