Los Juegos Olímpicos de París se acercan y en esta ocasión queremos analizar los mitos y realidades de las olimpiadas a lo largo de la historia del Comité Olímpico Internacional, conocido como COI, ente encargado de organizar estos eventos y que posee un gran poder en el ámbito deportivo a nivel mundial. Para profundizar en este tema, contamos con la colaboración del historiador francés Patrick Clastres, quien es profesor en la Universidad de Lausana, Suiza, y autor del libro 'Les jeux olympiques de 1896 à 2024: une aventure mondiale' (Presses Universitaires Rennes, 2024).
El barón Pierre de Coubertin es reconocido como el precursor de los Juegos Olímpicos modernos, al fundar el Comité Olímpico Internacional en 1984 con el objetivo de rescatar las Olimpiadas. De Coubertin presidió el COI desde 1896 hasta 1925 y su visión era bastante elitista, manifestando reticencia hacia la participación de mujeres en las competencias, desaprobando las aglomeraciones y mostrando desconfianza hacia empresarios y la prensa.
Según Clastres, "Este barón francés combinaba elementos tanto modernos como del pasado, con una inclinación más hacia la época medieval que la griega, la cual conocía poco. Su plan consistía en crear una nueva élite internacional conformada por individuos de clases superiores, destacados en el ámbito deportivo y con capacidades intelectuales superiores para liderar el mundo".
Los Juegos Olímpicos concebidos por De Coubertin difieren notablemente de los actuales. En sus inicios, los atletas no competían representando a países, sino que lo hacían de forma individual o a través de sus clubes. Este enfoque cambió en los JJOO de Londres en 1908. Clastres señala que "Los gobiernos percibieron el potencial de utilizar el deporte como una herramienta diplomática para exhibir poder". Sin embargo, esta práctica plantea ciertos desafíos en la actualidad, de acuerdo con el experto.
Por otro lado, el nacionalismo deportivo representa un dilema para la organización, que debería considerar regresar a una mayor transnacionalización para fomentar la paz en los JJOO. El COI posee la capacidad de imponer regulaciones, como la prohibición de marcas comerciales en los estadios olímpicos, como una medida para convertir los Juegos Olímpicos en un espacio de promoción de la paz.
Mitos y realidades
El relevo de la antorcha olímpica no tiene sus raíces en la tradición griega de los Juegos Olímpicos, sino que fue introducido mucho después, durante los juegos modernos. Fue el régimen nazi el responsable de esta práctica durante los JJOO de Berlín en 1936, con el objetivo de establecer una conexión directa entre los arios y la civilización antigua. A pesar de su origen controvertido, el COI ha optado por mantener esta tradición hasta la actualidad.
Clastres destaca que "Durante la Segunda Guerra Mundial, varios miembros del COI tenían filiaciones nazis. Aunque la comunidad internacional intentó expulsar a algunos de ellos, no lo lograron, lo cual lidiaron con la posterior guerra fría". A la luz de esto, el historiador señala que la narrativa que se presenta acerca del relevo de la llama olímpica distorsiona la realidad, lo cual puede generar desinformación entre el público.
Nuevas disciplinas como impulso de integración
El COI cuenta con criterios para la inclusión de deportes en los Juegos Olímpicos, los cuales pueden ser relativizados en ciertas ocasiones en aras de la diplomacia y la preservación de los JJOO. En este sentido, se incorporaron disciplinas como el Judo en los JJOO de Tokio en 1964 y el Taekwondo en Seúl en 1988, con el propósito de integrar a países de Asia en la esfera del deporte olímpico mundial, promoviendo una globalización olímpica.
Más recientemente, en Tokio 2020 se incluyeron deportes como la escalada, el surf y el skateboard, y en la próxima edición en París se estrenará el breaking (break dance). Clastres sugiere que "En el caso de París, esta decisión tiene más bien motivaciones comerciales, ya que el Comité ha identificado una disminución del interés de los jóvenes (de 35 años) por los JJOO, por lo que esto representa una estrategia para mantener la relevancia de los juegos olímpicos en esta audiencia".
Fuente: Diario Libre
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. El barón Pierre de Coubertin es el padre de los Juegos Olímpicos modernos. Fundó el Comité Olímpico Internacional en 1984 para reinstaurar las Olimpiadas y lo presidió desde 1896 hasta 1925. De Coubertin era un hombre muy elitista, no quería ver a mujeres compitiendo, no le gustaban las aglomeraciones y desconfiaba de los empresarios y de la prensa. "Este barón francés era al mismo tiempo muy moderno y muy del pasado, más del pasado medieval que del griego, que conocía poco, y su proyecto era crear una nueva élite internacional de clases superiores, fuertes en el deporte y con una actividad intelectual superior para gobernar el mundo", explica Clastres. Los JJOO que él ideó distan mucho de los actuales. Al principio, los atletas no competían por países, sino que se inscribían de forma individual o a través de su club. Algo que cambió en los JJOO de Londres en 1908. "Los gobiernos se dieron cuenta del interés de usar el deporte como arma diplomática para mostrar potencia", analiza el experto. Algo que supone un problema en estos momentos, según Clastres."El nacionalismo deportivo es problemático para la organización, tendríamos que retroceder y recuperar esa transnacionalización, el COI lo puede hacer porque tiene el poder de prohibir, por ejemplo, marcas comerciales en los estadios olímpicos. Es la única solución para hacer que los JJOO sean un lugar de movimiento de paz", explica. RELACIONADAS Olimpismo A punto para los JJOO: amplían línea de metro de París hasta el aeropuerto de Orly Mitos y realidades El relevo de la antorcha olímpica no viene de la tradición griega de los Juegos Olímpicos, sino que se introdujo mucho después, con los juegos modernos. Fue el régimen nazi el que ideó esta práctica durante los JJOO de Berlín de 1936.El fuego era un símbolo de los nazis y con la adopción del relevo de la llama olímpica Hitler esperaba trazar un vínculo directo entre los arios y la civilización antigua. A pesar de ser una tradición puesta en práctica por los nazis, el COI nunca la ha eliminado."Durante la Segunda Guerra mundial una parte de los miembros del COI eran nazis, la comunidad internacional intentó excluir a algunos pero no lo lograron y luego vino la guerra fría", afirma Clastres. "La narrativa que tienen es que el relevo de la llama es de tradición griega y no nazi, cambian la historia y eso no es bueno porque los hechos están ahí y la gente lo sabe", añade. Nuevas disciplinas como motor de integraciónEl COI tiene reglas para aceptar deportes en las Olimpiadas, sin embargo, esas reglas se las saltan en muchas ocasiones en pro de la diplomacia y también de garantizar la supervivencia de los JJOO. El Judo se incluyó en los JJOO de Tokio en 1964, el Taekwondo en Seúl en 1988. "Una forma de integrar a los países de Asia en el ámbito del deporte mundial olímpico, una mundialización olímpica", asegura el historiador. Más recientemente, en Tokio 2020 entraron la escalada, el surf y el skateboard y ahora en París se estrena el breaking (break dance). "La explicación es más bien comercial en el caso de París porque el Comité ha entendido que los jóvenes de 35 años pierden interés por los JJOO, así que es una forma de perpetuar los juegos olímpicos", analiza Patrick Clastres. ){kind=link}