En enero pasado, Grandes Ligas suspendió por un año al prospecto venezolano Kennew Blanco, a quien Toronto Blue Jays firmaría por un bono de US$1,7 millones. Había un año de diferencia entre los datos que ofreció en su registro y lo que decía su acta de nacimiento, una “confusión” que en su entorno atribuyen a que fue declarado “tardío” por su padre, pero que la oficina del comisionado no aceptaron.
No era la primera vez que se activaban las alarmas desde la nación que ya ha enviado a 488 al Big Show. En noviembre de 2010, cuando Estados Unidos y Venezuela todavía mantenían relaciones diplomáticas, operaba la Liga de Verano y siete organizaciones tenían academias allí, Grandes Ligas descubrió una red que alteraba la edad de jugadores y suspendió a siete bolivarianos por usar documentos falsos para firmar.
Mientras los investigadores de la MLB han descubierto a más de 20 jóvenes dominicanos con edad adulterada en los últimos 30 meses Venezuela, el segundo suministrador de talento internacional en importancia medido por volúmenes de firmas, sale ileso.
Un escenario que entrenadores dominicanos aseguran es bien capitalizado por sus pares en la nación sudamericana en la feroz competencia por los hasta US$170 millones que destinan los equipos en nuevos fichajes. Y escuchas aseguran a DL que el problema se extiende más allá de La Hispaniola.
“Todas estas informaciones de suplantación de identidad se utilizan en contra de los jóvenes dominicanos, en muchos casos les afecta en su precio, porque los convierten en sospechosos. Y eso la competencia lo aprovecha. Pero en ningún lugar como aquí se investiga tan bien”, dice un entrenador que ha desarrollado más de una docena de jugadores que han pasado por el Big Show.
En 2023, el último año del que se tiene cifras oficiales, los clubes destinaron poco más de US$48 millones en el reclutamiento de 375 venezolanos. Solo los dominicanos consiguieron una cifra mayor, con 495 firmas y US$90 millones en inversión.
En Quisqueya, los agentes de la liga pueden acceder, en el proceso de determinar la identidad de un prospecto, desde el registro en el centro médico donde nació hasta los centros escolares donde estudió, incluyendo hacer pruebas de ADN.
“Eso en Venezuela se ha puesto como en Cuba, por el Gobierno”, dice un escucha que pide la omisión de su nombre.
Los clubes de la MLB abandonaron Venezuela la década pasada y la Liga de Verano cesó en 2015, empujados por el nivel de inseguridad, la crisis política, la ruptura diplomática de 2019 y las sanciones estadounidenses que comenzaron en la gestión de Donald Trump (2016-2020).
Se trata de un país que ancla penúltimo en el ranking mundial de percepción de la corrupción (entre 180 países) que elabora Transparencia Internacional (RD es 109) y cuyo última elección presidencial fue denunciada como fraudulenta hasta por organismos de observación como el Centro Carter.
El mismo proceso
Desde la oficina de la Major League Baseball aseguran que sus investigadores realizan el procedimiento similar en cada país para asegurarse de que la identidad del jugador que se firma sea verídica.
“En el caso particular de Venezuela, las investigaciones se llevan a cabo de la misma manera que en la República Dominicana. Es decir, contamos con un equipo de investigadores locales que se encargan de llevar a cabo estas investigaciones”, respondió a DL por correo electrónico Yerik Pérez, encargado de la MLB en el país.
Jorge Pérez-Díaz, vicepresidente de la MLB, dijo a DL el mes pasado que por un acuerdo de confidencialidad la liga no puede hacer público la identidad de un jugador que falla a una prueba de investigación de su edad.
“Los prospectos, y sus padres y tutores si los prospectos son menores de edad, consienten por escrito a que se realicen estas investigaciones conociendo lo que éstas implican. Además, nos aseguramos de respetar las leyes locales y proteger los derechos de los jugadores y sus familias en cada país en el cual se realizan estas investigaciones”, explicó Pérez.
El ejecutivo aclara que en el caso de los prospectos cubanos es diferente, pues las leyes y reglamentos de Estados Unidos relativos a las sanciones impuestas a ese país y a sus entidades y nacionales impiden que hagamos las investigaciones que se realizan en los otros países del mundo.
En 2003, la liga reveló que Rey Ordóñez, un torpedero cubano que jugó en Grandes Ligas entre 1996 y 2004, resultó ser dos años mayor y tenía 31 años en lugar de los 29 que aseguraba.
Fuente: Diario Libre
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