La violencia de pandillas en Haití ha incrementado el número de personas desplazadas, lo que a su vez ha aumentado las necesidades del Programa Mundial de Alimentos (PMA) más rápido de lo que se puede financiar. Según Naciones Unidas, la mitad de la población haitiana enfrenta inseguridad alimentaria.
El PMA enfrenta un déficit de 54 millones de dólares para los próximos seis meses, lo que limita su capacidad para distribuir alimentos en las áreas más afectadas. Recientemente, solo pudo asistir a 2,000 de las 6,000 personas desplazadas por ataques en Mirebalais, además de las 15,000 desplazadas la semana anterior en la misma región.
En Puerto Príncipe, 25,000 personas viven en condiciones de inseguridad alimentaria extrema. El acceso de los equipos humanitarios es complicado debido a la inseguridad y las restricciones impuestas por las pandillas.
La inestabilidad política, presente desde hace más de cinco años, ha permitido que bandas armadas controlen gran parte del país, provocando desplazamientos masivos tanto dentro de Haití como hacia la República Dominicana.
Fuente: Listín Diario
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