Jesús de Galíndez Suárez fue un escritor, jurista e intelectual español que llegó a la República Dominicana en 1939 tras la Guerra Civil Española, en la que luchó del lado republicano. Trujillo tuvo una política de puertas abiertas con los republicanos españoles, permitiendo su llegada, y Galíndez pronto se integró a la élite académica dominicana. Fue profesor en la Escuela Diplomática Dominicana, trabajó en el Ministerio de Asuntos Exteriores y, más relevante a esta historia, fue tutor de Ramfis Trujillo, hijo del dictador, lo que le permitió conocer desde dentro los entresijos del régimen. Sin embargo, en 1946, su apoyo a un acuerdo con huelguistas del sector azucarero le costó el favor del dictador. Temiendo represalias, huyó a Nueva York.
En Estados Unidos, Galíndez se estableció como profesor en la Universidad de Columbia y, en 1956, publicó su tesis doctoral, un documento explosivo en el que denunciaba la corrupción, la represión y el culto a la personalidad de Trujillo. Entre otras cosas, cuestionaba la paternidad de Ramfis, sugiriendo su bastardía. Sin saberlo, había firmado su sentencia de muerte. El 12 de marzo de 1956, aproximadamente a las 10 de la noche, fue secuestrado por agentes del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), drogado y trasladado a la Hacienda Fundación en la República Dominicana, donde fue torturado y asesinado.
No obstante, su muerte tendría repercusiones devastadoras para Trujillo. Según el investigador Stuart McKeever, Galíndez también trabajaba como agente encubierto del FBI y la CIA, proporcionando información sobre movimientos procomunistas. Desde su llegada a Nueva York, había continuado informando a la inteligencia estadounidense sobre actividades marxistas en la comunidad hispana, lo que le generó tanto aliados como enemigos en Washington.
El papel de EE.UU. en la Operación Galíndez
Múltiples teorías apuntan a que Estados Unidos pudo haber colaborado directa o indirectamente en el secuestro de Galíndez, debido a sus vínculos con Francisco Franco y Rafael Trujillo en el marco de la Guerra Fría. Esto sugiere que el distanciamiento entre Washington y Trujillo no comenzó con la desaparición del intelectual, sino con las consecuencias de la llamada "Operación Galíndez".
Un actor clave en la operación fue el piloto estadounidense Gerald Lester Murphy, quien fue contratado para "transportar a un paciente terminal" de Nueva York a Monte Cristi, sin saber que en realidad llevaba a Galíndez. Meses después, Murphy descubrió la verdad y comenzó a hablar sobre su participación involuntaria en el secuestro. Poco tiempo después, fue asesinado, eliminando un testigo clave.
Su desaparición llevó a la embajada de EE.UU. en Santo Domingo a presionar al gobierno trujillista para obtener respuestas. Aunque Washington ya tenía indicios sobre lo sucedido, la presión diplomática marcó el inicio del deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y Trujillo.
La conexión con los hermanos De la Maza
Otro personaje crucial en la trama fue el piloto dominicano Octavio de la Maza, quien trabajaba para la aerolínea estatal Compañía Dominicana de Aviación (CDA). Sus servicios fueron requeridos para trasladar a Galíndez de Monte Cristi a Ciudad Trujillo, antes de que fuera llevado a la Hacienda Fundación, donde finalmente fue asesinado. Poco después del homicidio de Murphy, el régimen inculpó a Octavio por el crimen y lo encarceló. Al poco tiempo, fue asesinado en su celda y su muerte fue disfrazada como un suicidio, una estrategia para borrar rastros de la operación.
De manera frívola, Trujillo contactó a su hermano, Antonio de la Maza, para darle el pésame y prometerle que investigaría el suceso. Sin embargo, esto solo encendió el deseo de venganza de Antonio, quien comenzó a conspirar para asesinar al dictador.
La caída de Trujillo
Movido por la muerte de su hermano y con la complicidad de otros descontentos con el régimen, Antonio de la Maza participó en la conspiración que culminó en el magnicidio de Trujillo el 30 de mayo de 1961. Se cree que Estados Unidos, aunque no organizó directamente el atentado, brindó apoyo indirecto a la conspiración, influenciado por diversos factores, entre ellos la Operación Galíndez y la muerte del piloto estadounidense Murphy.
Así, un crimen cometido por Trujillo terminó desencadenando otro crimen que lo llevó a su propia muerte. La desaparición de Galíndez no solo evidenció la brutalidad del régimen, sino que aceleró su colapso, marcando el principio del fin de la era trujillista en la República Dominicana.
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