viernes, septiembre 20, 2024
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El calentamiento podría representar una amenaza para las profundidades de la Gran Barrera de coral

Algunas áreas profundas de la Gran Barrera de Coral en Australia están protegidas de las perjudiciales olas de calor, pero esta salvaguardia desaparecerá si continúa el calentamiento global.

Este es el hallazgo principal de un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) dirigido por las universidades de Exeter y Queensland. El estudio analiza cómo afecta el cambio de temperatura a los corales mesofóticos (entre 30 y 50 metros de profundidad).

Generalmente, las proyecciones sobre el impacto del cambio climático en los arrecifes de coral se basan únicamente en las temperaturas de la superficie del mar.

Sin embargo, este enfoque no considera la estratificación térmica del agua oceánica: el agua caliente y menos densa se sitúa sobre el agua fría y densa en lo profundo, aislándola de cambios de temperatura.

Esta estratificación puede proteger a los arrecifes de las olas de calor superficiales, pero este escudo se perderá si el calentamiento global excede los 3 grados por encima de los niveles preindustriales, según los investigadores.

Si esto ocurre, las temperaturas del agua en la zona mesofótica podrían superar los 30 grados, un punto crítico de mortalidad reconocido para los corales. El cambio climático puede afectar, por tanto, incluso a las temperaturas oceánicas a estas profundidades, amenazando la existencia de los corales.

Esto no implica necesariamente la muerte de todos los corales, pero sí que el arrecife entraría en un estado de estrés que aumentaría la mortalidad y podría llevar al colapso.

Para calcular las proyecciones sobre el calentamiento de los arrecifes mesofóticos, el equipo consideró factores como el viento, la mezcla del agua por las mareas y las complejidades locales.

Según el estudio, para 2050-60 las temperaturas del fondo de la Gran Barrera de Coral (30-50 metros) aumentarán entre 0,5 y 1 grado si las emisiones de gases de efecto invernadero previstas son bajas, y entre 1,2 y 1,7 grados si son altas.

Los autores resumen que el estudio ofrece tanto una esperanza como una advertencia: la esperanza de que algunos arrecifes son resistentes a los niveles actuales de cambio climático y la advertencia de que esta resistencia tiene límites.

Los científicos plantean que podrían existir patrones similares en otros arrecifes del mundo, pero las condiciones locales determinarán la extensión en la que los refugios de coral en aguas más profundas están aislados de las olas de calor superficiales.

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