La 77 edición de Cannes inicia este martes con preocupaciones sobre el movimiento #MeToo, ya que los organizadores del festival admiten que no tienen un plan específico para abordar posibles acusaciones que surjan durante el evento.
Públicamente, nueve mujeres han denunciado abusos sexuales, incluida una violación a una joven de 15 años, por parte de Alain Sarde, un importante productor francés. Al mismo tiempo, un grupo de cien personalidades del cine, como Juliette Binoche e Isabelle Adjani, han expresado su descontento con la inacción de las autoridades frente a denuncias de abusos sexuales en la industria cinematográfica.
Los organizadores de Cannes, en una rueda de prensa previa a la inauguración, evitaron abordar las informaciones que alertaban sobre posibles nuevas acusaciones de violencia sexual en el mundo del cine.
La presidenta del festival, Iris Knobloch, reconoció que no tienen un plan definido para lidiar con casos que puedan surgir durante el evento, ya que cada situación es única. Algunos medios han mencionado una lista de diez nombres de profesionales franceses implicados en casos de abusos sexuales, generando controversia en torno al festival.
La revista Elle ha publicado testimonios de mujeres que acusan a Sarde de conducta inapropiada y abusos sexuales. La actriz Annelise Hesme relató una experiencia incómoda con el productor en 2001. Otra mujer, que prefirió mantenerse en el anonimato, afirmó que fue violada por Sarde en 1985 cuando solo tenía 15 años.
En respuesta a estas acusaciones, se ha formado un grupo de profesionales del cine que exige medidas concretas para abordar la violencia sexual en la industria. También se ha pedido la salida del presidente del Centro Nacional del Cine (CNC), Dominique Boutonnat, acusado de agresiones sexuales.
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