Según un estudio de la organización ecologista Imazon, los incendios en la Amazonía brasileña han causado daños a una cifra récord de 2,846 kilómetros cuadrados de selva entre enero y abril de este año. Esta cantidad es 34 veces superior a los 84 kilómetros cuadrados degradados en el mismo período del año 2023 y representa el dato más alto desde 2009, cuando se empezó a medir.
El estado de Roraima, ubicado en la frontera con Venezuela, ha sido el más afectado, con el 99% del área degradada. Esta región ha experimentado un aumento sin precedentes en la cantidad de incendios y una sequía extrema a principios de año, lo que ha llevado a 14 de sus 15 municipios a declarar estado de emergencia.
A pesar del aumento significativo en los incendios, la deforestación en la Amazonía brasileña ha disminuido un 42% en el mismo período, pasando de 1,173,4 kilómetros cuadrados en los primeros cuatro meses de 2023 a 681 kilómetros cuadrados entre enero y abril de este año.
Imazon explica que la 'degradación' forestal implica una destrucción parcial de la vegetación original, mientras que la 'deforestación' implica su eliminación total. Por lo tanto, es crucial que el Gobierno tome medidas específicas tanto para combatir la deforestación como para prevenir los incendios forestales en la Amazonía, según Larissa Amorim, investigadora del Programa de Vigilancia de la Amazonía de Imazon.
En los primeros cuatro meses del año, la Amazonía brasileña ha registrado 8,977 incendios, la cifra más alta para este período desde 2016, según datos oficiales. Es fundamental abordar esta problemática de forma integral y urgente para proteger este importante ecosistema.
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