La reciente tala de unos 300 árboles en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte ha generado una fuerte reacción de rechazo entre ciudadanos, redes sociales y grupos ambientalistas.
La Fundación Juan Ulises García Saleta (Wiche) criticó duramente esta acción, considerándola una "barbarie" sin precedentes en República Dominicana.
Juan Antonio García Smester, presidente de la fundación, expresó su preocupación por el impacto ecológico de eliminar árboles, muchos de ellos caobas de más de 50 años, que contribuían al entorno urbano y a la resiliencia ambiental del Distrito Nacional.
Aunque la tala se justificó como parte de la remodelación del complejo deportivo para los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2026, los defensores del medioambiente ven esta acción como una amenaza al equilibrio ecológico y una contradicción a las políticas de conservación del gobierno.
Fuente: El Testigo
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