Luis Ortiz, lanzador dominicano de los Guardianes de Cleveland, se ha convertido en el centro de una investigación que podría redefinir la forma en que el béisbol profesional enfrenta la amenaza de las apuestas deportivas.
Según The Wall Street Journal, Ortiz está siendo investigado por la MLB por su posible implicación en una práctica conocida como spot-fixing.
Lejos de ser un amaño tradicional, el spot-fixing no busca alterar el resultado de un partido, sino manipular eventos aislados dentro del juego: un mal lanzamiento, una bola fuera de la zona, un error calculado. Basta con que el evento sea predecible para quien apuesta y aparentemente insignificante para los espectadores.
En el caso de Ortiz, lo que encendió las alarmas no fue su desempeño general, sino dos lanzamientos concretos —ambos sliders lanzados al suelo— que coincidieron con apuestas inusualmente altas sobre que esas bolas no entrarían en la zona de strike.
La coincidencia fue tan precisa que una firma especializada en integridad deportiva reportó el caso a la liga.
Según los analistas, el spot-fixing es una de las formas más sofisticadas de corrupción en el deporte porque opera en lo invisible.
“Un solo atleta puede cometerlo, sin ayuda, con un error que parece involuntario. Eso lo hace peligrosamente fácil de ejecutar y muy difícil de detectar”, explica Declan Hill, experto citado por The Wall Street Journal.
El lanzador dominicano Luis Ortiz es investigado por sospecha de apuestas en las Grandes Ligas
Este tipo de apuestas ha sacudido el críquet, el fútbol y el tenis a nivel internacional. En 2023, una red liderada por el armenio Grigor Sargsyan, “el Maestro”, fue desmantelada en Bélgica tras pagar a jugadores para perder puntos o sets.
En Inglaterra, el futbolista Lucas Paquetá fue acusado de recibir tarjetas amarillas intencionalmente en beneficio de su entorno cercano.
Spot-fixing
Ahora, la MLB se enfrenta por primera vez a la posibilidad real de que el spot-fixing haya aterrizado en su terreno.
Luis Ortiz, de 26 años, se encuentra en licencia administrativa con paga, mientras las Grandes Ligas profundizan en la investigación. Su equipo, los Guardianes de Cleveland, ha suspendido su acceso a las instalaciones, aunque mantiene comunicación con el jugador.
Ortiz no ha emitido declaraciones y, hasta el momento, no se ha confirmado si participó directamente en apuestas ni si recibió dinero por los lanzamientos investigados. Sin embargo, si se comprobara que apostó sobre su propio desempeño, podría ser expulsado de por vida del béisbol profesional.
El caso ha disparado las alertas sobre los vacíos en el sistema de detección de fraudes deportivos en Estados Unidos. En un contexto donde las casas de apuestas permiten realizar jugadas cada cinco o diez minutos, los incentivos para manipular microeventos del juego se multiplican.
"Lo que los apostadores buscan no es ganar millones en una jugada grande, sino miles en muchas pequeñas", advierte Hill. "Y si el sistema no se adapta, el béisbol será el próximo campo de batalla del spot-fixing".
Artículo realizado con informaciones publicadas en el diario Wall Street Journal
Fuente: Diario Libre
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