La melancolía se mezcla con la euforia en una Argentina que está a un paso de emular a España como las únicas naciones en consagrarse campeonas en tres grandes torneos consecutivos.
Tras avanzar a la final de la Copa América, Lionel Messi habló de sus “últimas batallas” con la selección, de despedir por todo lo alto a su compañero Ángel Di María y de poner en su justa dimensión las derrotas que tanto le golpearon en el pasado.
El astro estaba alborozado en los túneles del MetLife Stadium de Nueva Jersey, un escenario del que hace ocho años terminó destrozado.
En junio de 2016, Messi y Argentina habían sucumbido ante Chile en la final de la Copa América Centenario, el tercer año consecutivo que el delantero salía derrotado en una de las grandes citas del fútbol de selecciones.
El grado de la frustración fue tan fuerte que, entre lágrimas, decidió renunciar. Dio marcha atrás siete semanas después, diciendo que fue una “decisión en caliente”.
Arrepentirse ha valido la pena.
Aunque volvió a sufrir un fiasco con la eliminación en octavos de final del Mundial de 2018 en Rusia, el ocho veces ganador del Balón de Oro logró alcanzar la gloria con Argentina en el ocaso de su monumental carrera.
“Fue un recorrido largo, duro, que intenté disfrutar, que no siempre lo hice por querer ganar siempre”, reflexionó la noche del martes. “Me maltraté demasiado por ser muy exigente conmigo mismo”.
La que la Albiceleste disputará el domingo en el Hard Rock Stadium en las afueras de Miami será su cuarta final en tres años desde la consagración en la Copa América de 2021, imponiéndose ante Brasil en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Se cortó una racha de 28 años sin lograr un título oficial y puso en marcha un ciclo deslumbrante. Con la Finalissima que le ganaron a Italia en Londres en 2022 de por medio, Argentina cerró ese año proclamándose campeona del mundo en Qatar, algo que le había sido esquivo desde su segunda coronación en 1986.
“No es fácil que estemos otra vez en una final, que volvamos a competir por ser campeones”, dijo Messi tras la victoria 2-0 en la semifinal ante Canadá, una en la que su 109 gol internacional puso cifras definitivas. “Es muy difícil y hay que aprovecharlo, porque no es fácil hacer esto y lo volvimos a hacer”.
Fue entonces que la “Pulga” identificó a sus dos compañeros del actual seleccionado que sobreviven de los equipos que sufrieron los mazazos del Mundial de 2014 y las posteriores ediciones de la Copa América.
“Lo estoy viviendo como todo en este último tiempo: disfrutándolo muchísimo y siendo consciente, como les pasa a ‘Fideo’ (por Di María) y 'Ota' (por Nicolás Otamendi) de que son las últimas batallas”.
Los tres pasan de los 36 años, y Di María agendó esta Copa América en Estados Unidos como el punto final de su carrera como jugador albiceleste.
“No es fácil poder llegar a tantas finales, estar encerrados entre cuatro paredes durante un mes”, señaló el atacante originario de Rosario. “Es la última batalla, ya lo tengo decidido, lo he dicho muchas veces. Es la última. Creo que está todo dicho”.
Di María se marcha, pero aún quedan varios capítulos con Messi, autor de 54 goles en 73 partidos con Argentina desde su amago de retiro en 2016.
“Todavía nos queda un pasito más”, escribió Messi a sus 504 millones de seguidores en Instagram tras el triunfo ante Canadá.
Su intención es seguir jugando con la selección tras la Copa América, con el Mundial de 2026 en el horizonte.
“Intentaré seguir, vivir el día a día, sin pensar en lo que viene en el futuro”, señaló Messi, quien dejó Europa el año pasado para jugar en la MLS de Estados Unidos con el Inter Miami. “Acabo de cumplir 37 años y Dios sabe hasta cuándo será”.
Y como lo plasmó Lionel Scaloni, el técnico que ha estado al frente de la selección desde 2018, Messi tiene carta libre para decidir.
“Sabe que por parte nuestra no seremos los que le cierren la puerta. Él puede estar con nosotros hasta cuando quiera, incluso cuando se retire, si estamos nosotros”, dijo Scaloni. "Y si no estamos, me lo llevo donde quiera. Que decida lo que quiera”.
Fuente: Diario Libre
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